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Hospital Metropolitano realizará estudio clínico sobre cómo proteger mejor a niños y jóvenes contra la tosferina

El Metropolitano Research Institute (MRI), organización de investigaciones clínicas del Hospital Metropolitano, desarrollará un estudio clínico para comprender aún más…

Por Redacción El Observador

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Hospital Metropolitano realizará estudio clínico sobre cómo proteger mejor a niños y jóvenes contra la tosferina
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El Metropolitano Research Institute (MRI), organización de investigaciones clínicas del Hospital Metropolitano, desarrollará un estudio clínico para comprender aún más cómo la vacuna en estudio BPZE1 puede proteger mejor a los niños y adolescentes contra la tosferina.

Lo que busca el equipo de investigadores, encabezado por la pediatra inmunóloga Gabriela Ivankovich, es comparar mejor la efectividad de esta vacuna frente la vacuna Boostrix, que actualmente está disponible en el mercado.

De hecho, el Metropolitano invita a quienes deseen conocer más del estudio -en especial familias con integrantes de entre los 7 y 17 años- para que llamen a los números 4035 -1212 o 6358-6446. O que escriban a [email protected] o visiten el sitio metropolitanocr.com/mri/ para más información.

La vacuna que se utiliza actualmente en el programa nacional de inmunización se denomina Boostrix. Esta produce anticuerpos en la sangre y sirve para proteger de una enfermedad severa. Pero no evita que se infecte o se transmita la bacteria a otras personas, explicó la pediatra.

Por su parte, la vacuna BPZE1 -de aplicación nasal y en estudio- actúa mediante una acción adicional, ya que no solo induce anticuerpos en la sangre, sino también en la nariz y la garganta, detalló Ivankovich.

En un estudio clínico previo, para probar la vacunación nasal con BPZE1 en adultos, esta fue bien tolerada y hasta la fecha no se han atribuido eventos adversos graves a la vacuna.

¿Y por qué la tosferina?

La tosferina (también conocida como pertussis) es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. En el 2019, se reportaron más de 145.486 casos de tosferina a nivel global (casos reportados e incidencia de la tos ferina).

Esta enfermedad se propaga fácilmente de persona a persona a través de pequeñas gotas de saliva expulsadas al toser o estornudar. Es especialmente peligrosa en los bebés y es una causa importante de enfermedad y muerte en este grupo de edad.

Los síntomas pueden variar: van desde moqueo (o congestión nasal) y fiebre hasta tos, ya sea leve o más violenta que puede causar vómito. También causa cansancio y dificultad para respirar. Se trata de síntomas que pueden aparecer entre los 5 a 21 días después del contagio.

“La tosferina afecta principalmente a niños no vacunados o adolescentes y adultos que han perdido la protección inmune. Sin embargo, los que corren mayor riesgo con un contagio son menores de un año, mujeres embarazadas, personas con una enfermedad crónica respiratoria y adultos mayores.

“Una infección como la tosferina puede causarles complicaciones de sus enfermedades preexistentes”, señaló Ivankovich, investigadora del MRI del Hospital Metropolitano.

Más población expuesta

La transmisión hacia los niños menores de un año se da por parte de sus padres y hermanos, por lo que la población de 12 a 18 años es un foco importante de contagio para esta población vulnerable, acotó la especialista.

“La vacunación es la forma más efectiva de prevenir la tosferina. En Costa Rica el último refuerzo en niños se coloca entre los 4 y 6 años, sin embargo, este pierde su efecto con el tiempo.

“Es de vital importancia prestar atención a los síntomas y prevenir el contagio, pues se presentan brotes cada 3 a 5 años y afectan a los pacientes vulnerables con mayor riesgo de hospitalización, complicaciones, estancia en unidades de cuidados intensivos e, incluso, la muerte”, concluyó Ivankovich.

Se recomienda la vacunación para:

  • Niños y adolescentes.
  • Refuerzo de rutina en adultos, incluyendo aquellos en grupos de riesgo especial o en contacto con un grupo de riesgo especial. Entre ellos Mujeres embarazadas o trabajadores de la salud o educadores y cuidadores de la primera infancia.
  • Personas en contacto cercano con bebés.
  • Quienes que se hayan perdido dosis de la vacuna que contiene la tosferina.