23 voces Cambio Climático

La confianza como impulsor de las alianzas climáticas, el caso de la Alianza para la Acción Climática

Los esquemas de colaboración permiten acercar, desde una lógica de colaboración y corresponsabilidad, a las esferas públicas y privadas

Por Redacción El Observador

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La confianza como impulsor de las alianzas climáticas, el caso de la Alianza para la Acción Climática
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Por Fernando D. Mora-Rodríguez

Los procesos de colaboración como las alianzas no son algo nuevo. Gracias a ello, la humanidad ha logrado surgir como sociedad y ha potenciado su desarrollo. En este proceso de negociaciones para construir consenso y generar acuerdos, la confianza es un aspecto crucial para lograr el trabajo colaborativo y corresponsable.

La confianza, entendida como la decisión de un actor de construir puentes asertivos de comunicación, abiertos y transparentes, es un aspecto que ha cobrado especial interés desde la visión de ALIARSE. Desde la organización hemos concluido que este es un elemento modulador de las relaciones entre socios, necesario de impulsar, trabajar y consolidar para lograr alianzas capaces de impactar el desarrollo, esto según el Estado de las Alianzas Público-Privadas para el Desarrollo (2021).

Y es que los esquemas de colaboración permiten acercar, desde una lógica de colaboración y corresponsabilidad, a las esferas públicas y privadas, ambas con intereses propios y particulares, pero con intenciones claras de aumentar las acciones por un desarrollo sostenible. De esta manera, pensar en la confianza es pensar en una variable que necesariamente está intrínseca en las tareas de los procesos de negociación y acuerdo entre socios para el logro de los objetivos comunes. 

En este marco de acción, la Alianza para la Acción Climática ha logrado en los últimos cuatro años impulsar una propuesta de enfoque que permite sumar a las empresas en la acción climática nacional. La Alianza para la Acción Climática es un esquema de colaboración público-privada que busca, a partir del trabajo articulado y corresponsable, movilizar al sector empresarial de Costa Rica hacia la acción climática, propiciando una mayor participación, acción, colaboración y ambición en torno a los esfuerzos país por lograr la descarbonización de la economía, la resiliencia climática y el desarrollo sostenible, esto por medio de la incorporación de incentivos climáticos.

El camino del sector empresarial en Costa Rica rumbo a la agenda de sostenibilidad, descarbonización y resiliencia climática aún no está completamente construido, ciertamente requiere un impulso y esfuerzo mucho mayor que el logrado en las últimas décadas; sin embargo, la Alianza para la Acción Climática, por medio de sus socios y amigos, es consciente que potenciar incentivos directos, no sólo financieros, sino de servicio, reconocimiento y comunicación, permitirán en el corto plazo instalar capacidades y desarrollar habilidades en los diferentes segmentos de la esfera empresarial, coadyuvando a las instancias gubernamentales a estimular la transición de las empresas en las agendas vinculadas con la acción climática y la aplicación de la Contribución Nacionalmente Determinada.

La alianza ha establecido diversos esfuerzos desde el año 2020, los cuales han permitido estructurar el esquema de articulación, formalizar las relaciones por medio de instrumentos como el acuerdo de la gobernanza de la alianza y diversas políticas relacionadas con la comunicación, la ética y la definición de acciones anuales para lograr los objetivos comunes entre socios, ha permitido consolidar las relaciones de confianza entre socios y amigos, asegurando una plataforma efectiva de diálogo, co-creación y potenciamiento de ideas y proyectos hacia el establecimiento de bases para la acción climática empresarial en Costa Rica, y la promoción de liderazgos corporativos cada vez más cercanos a la generación de negocios con “lentes conceptuales climáticos”. 

Desde esta óptica la alianza adoptó, en los últimos dos años, planes anuales en los que busca desde el fortalecimiento de la gobernanza climática, la incidencia política, la formación y la creación de capacidades, la comunicación y los incentivos climáticos hacer visible las oportunidades de una agenda para las empresas y cámaras en acción climática. 

Uno de los primeros espacios de co-creación que integró empresas más allá de los socios de la alianza, fue el diseño de incentivos, donde la creación de confianza tomó un lugar muy importante entre las partes interesadas, proceso que permitió el diseño del catálogo de incentivos climáticos (2022) de la alianza, el cual se desarrolló gracias a la participación en diversos talleres con organizaciones empresariales y cámaras. 

En estas actividades se lograron identificar una amplia gama de tipos de incentivos (de servicio, de política, de reconocimiento, de gobernanza, financieros y fiscales) y ordenar una propuesta de catálogo que permitiera visualizar los incentivos necesarios y de interés de las empresas (de capacitación, de comunicación y de financiamiento). Este esfuerzo se logró gracias a la valoración, discusión y validación de cerca de 500 personas que participaron en los espacios. 

Este instrumento ha permitido poner de manifiesto el espectro general (no exhaustivo y no concluido) de los incentivos climáticos ergo avanzando de manera medular en entender al sector empresarial y visualizar la forma en que responden ante uno u otro estímulo – incentivo.

En el particular de entender la funcionalidad de construir confianza entre socios, destaco dos procesos de la alianza que han permitido fortalecer y consolidar las relaciones de manera favorable y potenciar las acciones de cara a transicionar a las empresas en materia climática.  

Desde el año 2021, la alianza -y gracias a la colaboración económica de la de la AECID por medio de su Programa regional ARAUCLIMA- ha implementado el proyecto “Fortalecimiento de acciones público-privadas para la acción climática en Costa Rica a través de la generación de capacidades en grupos de interés para el Plan Nacional de Descarbonización”, el cual llevó por objetivo fortalecer una alianza nacional público-privada para el desarrollo (APPD) en la cual se busca promover la incorporación de incentivos no financieros en el Programa País de Carbono Neutralidad para volver más ambiciosa la acción climática de las empresas que participan en el programa, bajo el objetivo de aumentar el involucramiento y participación del sector empresarial en la acción climática costarricense a través de una alianza público-privada para el desarrollo (APPD)

Este proyecto ha permitido el desarrollo de cuatro cursos especializados en materia de acción, impactando a más de 200 personas y más de 114 empresas, además ha permitido el desarrollo de productos de comunicación donde las empresas relatan sus desafíos y logros para alcanzar la acción climática, se han generado espacios de intercambio y se ha buscado fortalecer el esquema de gobernanza ampliando las capacidades en colaboración y trabajo en equipo.

El segundo esfuerzo, que ha permitido establecer canales asertivos de relacionamiento y confianza, es el proceso liderado por la alianza para preparar una propuesta de reestructuración del Programa País de Carbono Neutralidad (PPCN). 

El PPCN, como reconocimiento formal e institucionalizado, permite dar una ruta coherente de trabajo para que las empresas asuman diversos compromisos que liguen sus giros de negocio con las Contribuciones Nacionalmente Determinadas y las políticas climáticas de Costa Rica, por ello, la alianza se abocó a facilitar un proceso con participación de más de 80 personas representantes de partes interesadas, en el cual se visualizara cómo reducir la burocracia del actual programa, aumentar la accesibilidad y mejorar las capacidades del ecosistema para impulsar el aumento de empresas inscritas desarrollando acciones para la reducción y compensación de su huella de carbono, e inclusión de la variable de adaptación dentro de su estrategia de negocio.

Al concluir este proceso, la reflexión más importante que ha surgido está relacionada a que el ecosistema de actores del PPCN mantiene un claro interés y credibilidad en que es posible continuar con un instrumento público que reconozca el liderazgo de las organizaciones involucradas tanto en mitigación, y en el futuro próximo en adaptación al cambio climático.

También, ha sobresalido la participación de las organizaciones y su voluntad por lograr mejoras sustantivas poniendo en evidencia que la voluntad de colaboración en el marco de la acción climática ha sentado bases en Costa Rica y es un elemento de valor que puede ser utilizado por el Gobierno para impulsar políticas favorables en el marco de su Contribución Nacionalmente Determinada y que permitan una mayor ambición.

Estos dos esfuerzos desde la alianza hacen ver no sólo la manera en que buscamos impactar en la agenda climática nacional, sino la forma en cómo trabajamos desde la confianza, siendo conscientes que articular esfuerzos que logren la sostenibilidad del impacto es complejo, y que es complejo además construir confianza para lograr resultados precisos en una coyuntura cambiante, pero que a partir de una relación abierta y transparente, donde los intereses comunes sean el derrotero para construir y avanzar hacia resultados es que se pueden lograr los objetivos.

Esta alianza, ha establecido diversos canales para seguir incorporando incentivos climáticos de cara a transicionar a las empresas en acción climática, esperando que más empresas puedan sumarse al esfuerzo y con ello aumentar la ambición del sector y del país por lograr un futuro próspero para todas las personas en el marco de un desarrollo sostenible, resiliente y descarbonizado.




 

Este artículo forma parte del especial 23 voces del cambio climático de El Observador.   Dirigido por Berlioth Herrera. Coordinado y editado por Michelle Soto.

Sobre el autor Voz #18. Fernando D. Mora-Rodríguez es el secretario técnico de la Alianza para la Acción Climática y director de Cambio Climático y Ambiente de Fundación ALIARSE