Redacción El Observador
Dayana Hernández Villalobos
La emergencia climática es real y las actividades humanas son la causa principal. Hemos causado esta emergencia y debemos tomar responsabilidad sobre ella.
La creación de cualquier política, medida o proyecto con el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero y ser resilientes al cambio climático, es parte del compromiso de las ciudades, las comunidades, los gobiernos, las personas y las empresas en materia de acción climática.
Costa Rica, y en general América Latina, tiene las condiciones para ser parte crucial en este proceso de resiliencia. Su diversidad cultural y biológica cumple un rol estratégico para garantizar la estabilidad climática, preservando las comunidades y sus ecosistemas, oportunidad única para garantizar un desarrollo sostenible y compatible con los objetivos climáticos globales y el Acuerdo París.
Nuestro país lleva un buen camino recorrido en materia de acción climática, lo cual como costarricenses nos debe llenar de orgullo, pero a la vez nos pone de cara a un compromiso mayor por superar nuestros logros y enfrentar los nuevos retos.
En un periodo récord, logramos revertir la tasa de deforestación, alcanzando que un 60% nuestro territorio esté cubierto por bosques, nuestra energía proviene en más de un 90% de fuentes renovables, contamos con un Plan Nacional de Descarbonización, programas como el de Pago por Servicios Ambientales (PSA) del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), el Programa Viajeros con Conciencia Climática de CANAECO y los esfuerzos liderados por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), los cuales han hecho que la industria del turismo tenga gran liderazgo en el tema de acción climática.
Acciones como estas abundan, sin embargo, no siempre tienen la escala y el reconocimiento necesarios para formar parte de las soluciones globales ante la emergencia climática, ya que estas acciones se concentran en zonas geográficas específicas y, para que las acciones climáticas generen una transformación positiva, sostenible y justa, deben provenir de todas las regiones del mundo y de todos los sectores de la sociedad. Esto le da mayor importancia a la necesidad del trabajo conjunto entre las diferentes naciones.
La falta de conocimiento técnico, la ausencia de sensibilización, la carencia de medios para analizar y formular acciones de desarrollo en términos de impacto climático, las dificultades para monitorear acciones e impactos, la falta de financiamiento para implementar acciones, entre otras, son las principales necesidades que hemos identificado como Cámara para poder desarrollar proyectos en materia de acción climática. Es por ello, que desde nuestra posición, trabajamos de manera articulada con FONAFIFO, el ICT y el sector privado en la creación de programas de capacitación, campañas de sensibilización, eventos de proyección internacional como la Conferencia Internacional en Turismo Sostenible Planeta Personas Paz, voluntariados y programas como el de Viajeros con Conciencia Climática, los cuales permiten llenar algunos de esos vacíos y fomentar el compromiso de nuestra industria en la lucha por enfrentar la emergencia climática que atravesamos.
Nuestros principales retos como país son la creación de espacios de concertación para buscar elementos unificadores que ayuden a posicionar y visibilizar la región y sus intereses, desarrollar estrategias y mecanismos para incentivar cambios y escalar la acción climática hacia una mayor sostenibilidad, esto comprende facilitar la cooperación horizontal y el intercambio entre países; apoyar el desarrollo, la implementación y el monitoreo de políticas y programas de cambio climático; desarrollar capacidades; y promover la innovación, la digitalización para contribuir a la respuesta climática y a la sostenibilidad del sector; continuar promoviendo la recuperación y la regeneración de ecosistemas y la conservación y manejo sostenible de la biodiversidad; impulsar prácticas que contribuyan a la resiliencia climática y a la mitigación; fomentar la economía circular, entre otras.
Como Cámara continuaremos trabajando por el desarrollo de proyectos que nos permitan contribuir de la mejor manera en lo que para todos debería ser nuestra inspiración: rescatar el mundo en el que vivimos.
Este artículo forma parte del especial 23 voces del cambio climático de El Observador. Dirigido por Berlioth Herrera. Coordinado y editado por Michelle Soto.
Sobre la autora Voz #21. Dayana Hernández Villalobos es la directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Ecoturismo y Turismo Sostenible de Costa Rica
