23 voces Cambio Climático

La historia más urgente de nuestro tiempo

Pilar Assefh, periodista argentina y cofundadora de Periodistas por el Planeta Todos los fuegos, el fuego. Todas las crisis, la…

Por Redacción El Observador

Tiempo de Lectura: 4 minutos
La historia más urgente de nuestro tiempo
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Pilar Assefh, periodista argentina y cofundadora de Periodistas por el Planeta

Todos los fuegos, el fuego. Todas las crisis, la crisis. Las venas de América Latina siguen tan abiertas como cuando Eduardo Galeano escribió su obra cumbre, más de medio siglo atrás.

Política, economía, hambre, violencia, desesperanza: los pedidos, gritos, preguntas sobran, las respuestas faltan. Y en medio del ruido, el medioambiente queda relegado a algún sitio adyacente, como si no fuera parte de nosotros o, en realidad, nosotros parte de él.

La crisis socioambiental que atravesamos no es la madre de todas las crisis, sino su hija. El planeta ya encendió su alerta roja. Al principio, lo hizo silenciosamente: pocos lo escucharon, entre ellos las grandes petroleras, que pusieron mucho de su dinero, influencia e inteligencia de marketing para que nadie más lo hiciera.

En 1971, cuando Galeano unía la región con su texto, ya lo sabían. Y su trabajo fue tan prolífico que hoy todavía nos condiciona.

Es lo más urgente

¿Cómo puede ser la crisis socioambiental más urgente que la emergencia social que vivimos, que las millones de personas, los millones de niños, que no tienen para comer, con qué abrigarse, dónde dormir?

¿Cómo puede ser esta historia más urgente que los conflictos violentos que imposibilitan la capacidad de ser en tantos puntos de nuestra Tierra? ¿Cómo puede ser la crisis climática más urgente que las violaciones a derechos humanos que suceden en cada minuto, en este minuto, de cada día?

La crisis climática es la historia más urgente de nuestro tiempo porque esta es la historia que integra a todas las demás. Es la que nos habla de dónde venimos, de las formas en que fuimos construyendo este presente de distancias, inequidades e injusticias. Y es también la historia que nos muestra el futuro, o los futuros posibles.

Pese a ello, y en gran parte debido a quienes entendieron las raíces y consecuencias de esta crisis primero (y tanto hicieron, tanta desinformación generaron, por desviar nuestra atención), esta historia fue —y en algunos casos sigue— encasillada en un silo.

En los medios de comunicación, muy generalmente y por mucho tiempo, el tema quedó a las contratapas, a las notas “de color”, a los artículos “blandos”.

Como si esta crisis no tocara, ni estuviese tocada, por la economía, la energía, los engranajes de producción y consumo, los derechos humanos, los reclamos territoriales, las disputas por recursos, las cuestiones de género… Como si el clima cambiante no afectara todos los aspectos que hacen a nuestras formas de vida, queramos verlo o no.

La crisis climática es una gran avenida 

La crisis climática es la más interseccional de las historias. Y, por eso, la más urgente. Es una gran avenida por la que se cruzan todas las otras vías, las otras historias. Todo se conecta con ella, todo se ve atravesado por ella.

Si hemos de realmente entender de qué va esta historia, si hemos de comunicarla efectivamente y actuar con la celeridad que requiere, necesitamos romper ese silo. Hemos de salir de ahí, con uñas y dientes si es necesario.

Hacerlo implica adquirir una perspectiva climática. Dejar de hablar del clima como si fuera cuestión de meteorólogos y científicos, lejana a nosotros, conversada en códigos que no podemos descifrar.

La mayor parte del conocimiento climático se genera en el Norte Global, con una perspectiva que, por lo general, bien se ajusta a las realidades de esos países, pero no tanto a la de los que poblamos el Sur.

¿El problema? Nos fuimos acostumbrando a reproducir esa información sin adaptarla a nuestros contextos, a nuestros lenguajes, a nuestras culturas y, en el caso de las comunicaciones, a nuestras audiencias.

Nos acostumbramos a ver osos polares por todas partes. Es una imagen conmovedora, sí, pero a los latinoamericanos poco nos dice sobre el problema que tenemos entre manos. Al contrario, nos presenta la crisis como algo lejano: el problema es de “otros” y “otros” tendrán que hacer algo para resolverlo.

No es un problema de los “otros”

Y sí… el problema es de “otros”, pero también de nosotros. Lo sentimos en nuestros cuerpos contaminados, en los bosques diezmados, en las tierras en proceso de desertificación, en los eventos extremos que nos azotan, en las sequías que cuajan nuestros campos y nuestras gargantas, en las inundaciones que todo lo arrasan, en los calores sofocantes, en los glaciares que retroceden, en las especies que van dejando de estar.

El problema no es de uno o de otros, el problema es de todos. Ya no quedan rincones en la Tierra sin tocar por la crisis climática. Pero, necesitamos entender cómo. Necesitamos historias e imágenes que nos interpelen. Necesitamos vernos más en las comunicaciones; hablar desde nosotros, en nuestro idioma, y bajando a tierra cómo la crisis climática se vive en nuestras realidades, nuestros territorios y nuestras culturas.

Tenemos mucho por hacer, por crear, por crecer. Pero, necesitamos hablar con nuestra voz, marcar nuestra propia senda al desarrollo y escribir nosotros mismos nuestra historia. Creatividad nos sobra. Capacidad también.

Y tenemos, además, algo que ninguna otra región del mundo tiene: casi todos los países de América Latina compartimos un idioma, el español. Desde Argentina hasta México, nos entendemos. Eso es algo precioso y que tenemos que poner en valor.

Nuestras venas siguen abiertas, sí, y nos unen. Pero, no solo en la crisis sino también en la oportunidad. Si las usamos como guía para construir desde el conjunto, codo a codo en lugar de separados, apoyándonos en nuestras fortalezas y con la mirada puesta en un mañana más equitativo, sano y justo, tenemos todo por ganar. Todo.


Este artículo forma parte del especial 23 voces del cambio climático de El Observador.  Dirigido por Berlioth Herrera. Coordinado y editado por Michelle Soto.

Sobre la autora

Voz #7. Pilar Assefh, periodista argentina y cofundadora de Periodistas por el Planeta