Paula Umaña
Los productores de leche del país apuran esfuerzos para aumentar la competitividad del sector, frente a la apertura comercial de productos lácteos con Estados Unidos.
Para enero del 2025, se prevé la desgravación arancelaria de estos productos.
Actualmente, los productos lácteos provenientes de Estados Unidos -como la leche fluida, leche en polvo, mantequilla, queso y helados- tienen un arancel del 46%.
“El arancel ha venido bajando desde hace cuatro años, ya hoy se empiezan a ver en los anaqueles de los supermercados productos estadounidenses a precios muy competitivos (…) hagamos números cuando ese arancel sea cero”, dijo Álvaro Coto, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche.
Por esto, ante la apertura comercial más grande de dicho sector, los lecheros nacionales buscan alternativas para generar mayor competitividad de sus productos.
“La mejor vacuna que tenemos contra el ingreso de productos de otros países es el ser competitivos”, dijo Coto.
Una de las acciones que más fuerza ha tomado en el sector es la de disminuir el uso de granos importados, y con esto bajar los costos de producción.
Disminución de granos
Como parte de los planes, pretenden reducir la dependencia de granos extranjeros con la que alimentan al ganado; y migrar hacia una lechería más ecocompetitiva.
Costa Rica importó en el 2018 $165.95 millones en maíz y $126.154 millones de soya, materia prima para elaborar los alimentos concentrados del ganado.
En su mayoría, el material proviene de Estados Unidos, según datos de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria.
Asimismo, la Cámara de Industrias de Alimentos Balanceados indicó que para el 2018, se elaboraron 340.229 toneladas métricas de alimento concentrado para el sector lechero.
Prácticas más competitivas
Para disminuir la dependencia de granos importados para la alimentación de los animales, los productores dirigen esfuerzos para fomentar los bancos forrajeros, pastos de corte, mejorar sus sistemas de rotación e implementar prácticas de conservación de forrajes.
Esto, con la intención de poder contar con alimento suficiente, tanto en calidad como en cantidad, para alimentar el ganado durante todo el año.
Además, la alimentación con forrajes mejora la calidad de leche que se ordeña, por lo que representa también un beneficio para el consumidor.
Según Álvaro Coto, dichas acciones además permiten maximizar la producción de las fincas y optimizar la cadena productiva.
“En la medida que nos convirtamos en mejores agricultores de forrajes seremos también más competitivos y obtendremos más utilidades”, explicó Coto.
“Estos esfuerzos debemos masificarlos, para llevar más conocimiento a más productores”, dijo el empresario.
El sector lechero espera que las acciones emprendidas permitan reducir la huella de carbono del sector; así como enfrentar los desafíos del cambio climático, que dificulta la alimentación del ganado.
A la fecha, el hato lechero nacional está integrado por 356.830 vacas lecheras, de 27.947 productores de leche; así como 12.974 fincas especializadas y 14.973 fincas de doble propósito (carne y leche), ubicadas principalmente en zonas como Zarcero, San Carlos, Cartago y Coronado.
Mayor producción y menores costos
Parte de los proyectos que se realizan en el país para incrementar la competitividad de la ganadería de leche y reducir los costos, se incluyen la validación, investigación, innovación y transferencia de tecnologías para la producción de forrajes y otros alimentos, a través de la Red Nacional de Pastos y Forrajes.
Las acciones se ejecutan desde el Plan Piloto Nacional de Ganadería de Leche, liderado por la Cámara Nacional de Productores de Leche, con el apoyo de Fundecooperación y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La mayoría de fincas que participan se ubican en la Región Huetar Norte y la Región Chorotega; también hay algunas propiedades en la Región Central Occidental y Región Pacífico Central.
Coto también resaltó que el sector debe trabajar en la brecha generacional e incluir a los más jóvenes; así como reforzar la temática de sostenibilidad ambiental.
Asimismo, dijo Coto, otro de los retos a los que se enfrenta el sector es el alto costo de la electricidad en el país, que aumenta los costos de producción.
Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
