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Los apellidos en Costa Rica son muy sorprendentes

Manuel Guisande para El Observador Desde que escribo en El Observador, que dirige Berlioth Herrera, hay una cosa que me…

Por Blog

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Los apellidos en Costa Rica son muy sorprendentes
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Manuel Guisande

Manuel Guisande para El Observador

Desde que escribo en El Observador, que dirige Berlioth Herrera, hay una cosa que me llama mucho la atención: los apellidos del personal, la mezcla del primero y el segundo, para ser más exactos.

Yo estaba convencido de que en Costa Rica, como según los historiadores el 70% de la población tiene origen español, pues me iba a encontrar con muchos García Pérez, González Mendoza, Gutiérrez Sánchez…, vamos, lo normal en Hispania.

Pues no, cuando los lectores entran en la página que el diario tiene en Facebook y hacen un comentario sobre algo que publico (lo cual agradezco ya que aprendo cosas del país del Pura Vida), veo apellidos de lo más raros, estrambóticos, diría yo.

Por ejemplo, Arley, Chomin, Kain, Kenway, Barnett…

Además, ocurre una cosa muy curiosa, en estos apellidos tan poco comunes, el primero, que es el del padre, que se transmite de generación en generación, sin cambiar, siempre es muy español.

Pero el segundo (que es el de la madre) es el raro, al casarse con un tico y tener descendencia.

Muy extraño eso de Hoffman, Leahy o Kalisi…

Claro, yo no sé (porque a mí a veces se me va la jupa, pero mucho) si es que esa combinación de apellidos españoles y extranjeros es porque en Costa Rica hay miles de fugados de sus respectivos países o es simple casualidad.

Pero cómo te diría. A mí un tipo que se apellide Mendoza Hoffman, Valverde Leahy o González Kalisi no lo veo yo…. Yo, al Hoffman, al Leahy, al Kalisi y al Barnett en un penal de máxima seguridad…

Ahí sí, ahí sí que los veo yo agarrados a los barrotes, pero paseando por la calle Central, Avenida 7 o por la rotonda La Guacamaya…, como que no.

Claro que también es posible que justo por esa mezcla de nacionalidades, pues que al final, con tanto intercambio celular salga gente tan amable y simpática como los ticos.

Porque no me negarás que si en varias generaciones unes a costarricenses con alemanes, italianos, rusos, franceses, suecos o griegos… con ese cóctel… es que no queda otra: o te suicidas o sales como salís vosotros: supertuanis, ¿no?

Manuel Guisande