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Doctora Plantas para El Observador
Buscando inspiración para la decoración en terrazas y jardines, nos hemos cruzado el camino con las plantas trepadoras y sus variedades.
Pero antes de iniciar con los tipos más comunes y sus cuidados debemos empezar con definir ¿qué es una planta trepadora?. Así llegamos al concepto de que son plantas que han sido beneficiadas en el tiempo dentro del proceso de evolución.
Se han podido adaptar a condiciones complejas, desarrollando nuevas técnicas de supervivencia que les han facilitado perdurar por mucho tiempo y soportar los cambios ambientales actuales.
La forma mas simple de describirlas e identificarlas es que su vegetación se engancha fácilmente a los elementos que tenga a su paso con el único objetivo de no caerse. Puede subir por muros, paredes, columnas, barandas y cualquier otra estructura que esté en su camino.
La modificación estructural principal que han desarrollado las plantas trepadoras son las raíces aéreas que facilitan la sujeción a cualquier superficie. Pero también desarrollan otros órganos de fijación como los zarcillos, que son tallos, hojas o pecíolos especializados (como los colochitos de las plantas de chayote).
Las plantas trepadoras no pueden mantenerse erguidas por si solas. Así que siempre necesitaran una “guía” para utilizar como soporte y continuar su crecimiento hacia arriba, o hacia la dirección que la lleve la guía.
Y acá es donde podemos aprovechar esta característica para crear formas y espacios creativos en los jardines y terrazas. Estas plantas son una excelente opción no sólo para decorar una estancia o una zona del jardín, sino también para aprovechar el espacio.
Suele pasar que existen pequeñas áreas en el huerto, dentro de la casa o en la terraza, que resultan aburridas y poco prácticas. Así que, con el uso de estas plantas estaremos creando una mayor sensación de amplitud, dando color y embelleciendo esas superficies.
Dentro de la variedad de las plantas trepadoras, podemos encontrar las trepadoras con zarcillos como las pasifloras y las plantas de vid (uvas), que utilizan estos filamentos para sujetarse.
También podemos encontrar las que producen raíces diminutas en todo su tallo. Se les conoce como autónomas por que no necesitan de ninguna ayuda para adherirse a paredes o muros. La hiedra común (Hedera hélix) y la Monstera deliciosa son ejemplos de este tipo de trepadoras.
También están las trepadoras de espinas, que sí necesitan algún tipo de ayuda para estar atadas a un soporte y desarrollarse de manera óptima. Los rosales son ejemplo de este grupo de trepadoras.
Y el grupo que se caracteriza por no contar con estructuras de amarre son las apoyantes, que necesitan estar sobre un tipo de soporte, como las buganvilias.
Por ultimo tenemos el grupo de las enredaderas, que cuentan con unos tallos largos y volubles que tienen el objetivo de enredarse a tutores, alambres, postes, etc. Son especies que necesitan una guía, ya que no trepan por sí solas, como el Jasminum azoricum, el Campsis radicans o el Ipomoea purpurea (campanilla).
Principales cuidados de las plantas trepadoras:
Por lo general son plantas muy resistentes y que se adaptan muy bien a las condiciones de las superficies. Su mantenimiento es fácil y crecen rápido.
Muchas de ellas como la hiedra y la monstera no soportan la luz directa del sol, asi que este será el detalle mas importante a tomar en cuenta para ubicar la trepadora. Por el contrario, las buganvilias pueden crecer perfectamente bajo la luz del son en exteriores.
La mayor parte de las plantas trepadoras necesitarán de podas justo después de la floración para mantenerlas en buen estado. Asegúrese de cortar todos los tallos viejos y los brotes ubicados lateralmente.
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