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Francisco Soto para El Observador
No se puede subestimar la importancia de las competencias laborales en cualquier proceso de calidad.
Las organizaciones han reconocido cada vez más la importancia de esto y se han centrado en las personas idóneas para los puestos claves de trabajo.
Al hacerlo, han aumentado sus posibilidades de contratar a personas con diversos conjuntos de habilidades necesarias para la implementación y mejora de sus procesos.
La principal razón por la que las organizaciones se han dado cuenta de la importancia de las competencias laborales es para contratar con eficacia a personas con diversos conjuntos de habilidades.
Habilidades similares
Si está contratando a personas con conjuntos de habilidades similares, podría estar ignorando talentos que son necesarios para su propuesta de valor.
Con un mayor enfoque en las competencias laborales, podrá contratar a personas con habilidades que apoyen a varios departamentos y operaciones dentro del negocio. No se trata sólo de contratar a personas con diversos conjuntos de habilidades.
También se trata de contratar a personas que puedan colaborar con eficacia entre sí y favorecer la cultura de la organización. Las organizaciones que tienen competencias laborales definidas tienen el personal que pueden apoyar otros y crean una cultura inclusiva.
Existe una correlación directa entre el número de empleados que desempeñan una función específica y el número de clientes que se comprometen con la propuesta de valor de organización.
Si una función concreta no está respaldada por un conjunto de habilidades idóneas, puede estar perdiendo una gran oportunidad.
Uno de los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones es el envejecimiento o baja actualización del personal que conoce los procesos de calidad.
Es posible que el número de empleados en puestos de gestión de procesos claves se está reduciendo.
Esto no es una coincidencia, es una realidad en el mercado hoy. Si una empresa no está preparada para contratar a personas con competencias laborales idóneas, entonces le resultará difícil reemplazar en el corto plazo a la mano de obra que envejece o que no se actualiza a los cambios.
Diferencia entre habilidades y competencias
Las organizaciones se han centrado cada vez más en las competencias laborales porque consideran que las habilidades son generales y no están relacionadas con las tareas específicas que hay que realizar. Entender la diferencia entre habilidades y competencias es importante.
Las habilidades son capacidades generales que se encuentran en un individuo, que permanecen constantes en una función concreta.
Las competencias laborales, en cambio, son rasgos específicos que posee un individuo. Por ejemplo, una persona tiene la capacidad de realizar una inspección de un tipo de producto o proceso en el menor tiempo en la organización, esta es una habilidad que posee el individuo.
Sin embargo, si otra persona tiene la capacidad de realizar cinco tipos diferentes de inspecciones de productos o procesos, esto es una competencia laboral en la inspección de calidad.
Si usted es un líder en su organización, entonces debe ser consciente del hecho de que las competencias laborales son una parte crítica de los procesos de calidad.
Hay numerosas razones que lo ponen de manifiesto, una de las razones más importantes es el hecho de que las competencias laborales forman parte de los procesos integrales en cualquier sistema de gestión de calidad, personal idóneo generan menores problemas.
Otra razón es que las competencias laborales mejoran la cultura organizativa y en la resolución de problemas.
En los procesos y sistemas de calidad, ya no se puede ignorar la importancia de las competencias laborales.
El hecho de que esté leyendo este artículo demuestra que comprende la importancia de estas. Sin embargo, la pregunta es ¿considera que las organizaciones se enfocan en las competencias laborales para mejorar su calidad?
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