Sergio Arce
Esta semana que termina la influencer costarricense Laura Ortega contó a sus seguidores que sufre un aborto retenido al tercer mes de embarazo. Y con la voz entrecortada relató lo mucho que le está afectado este episodio.
“He vivido un infierno y siento que fallé o que fue mi culpa”, aseguró en la transmisión en vivo que realizó en su cuenta en Instagram.
Además, agregó que los especialistas le recomendaron no practicarse un legrado. Este último es un procedimiento que se aplica para raspar y extraer tejido del revestimiento interno del útero.
“Me aconsejaron tratar de que saliera naturalmente, porque dicen que es una situación traumática como para someterse a algo que es muy doloroso y genera trauma”, comentó Ortega.
¿Qué es y por qué ocurre?
Isabel Gamboa, ginecóloga del Hospital Metropolitano, comentó que este tipo de abortos son más comunes de lo que la gente piensa. Ella apuntó que uno de cada 10 embarazos se ve interrumpido de manera abrupta.
Y los abortos retenidos están entre los más frecuentes a causa, entre otras cosas, de variaciones en los cromosomas.
La especialista explicó que estos abortos (también conocidos como diferidos) son una forma de pérdida de embarazo. Aquí el feto no se desarrolla, pero el cuerpo de la mujer no reconoce la pérdida y el tejido del embarazo no es expulsado inmediatamente.
Se trata de interrupciones que ocurren usualmente en las primeras 12 semanas de gestación. Precisamente Ortega -en su video- dice que el aborto que sufrió ocurrió en los primeros tres meses.
La detección de este tipo de aborto suele darse durante un chequeo regular con su especialista médico. Hay mujeres que no se explican por qué les ocurrió, como Ortega, quien dijo que ella no tiene vicios.
Gamboa apuntó que, además de las variaciones cromosómicas, también hay comorbilidades (si la persona es diabética o es obesa, por ejemplo) así como el síndrome que genera pérdidas recurrentes. Sin embargo, enfatizó en que hay muchas causas cuyo origen se desconoce.
¿Cómo se aborda?
La especialista del Hospital Metropolitano explicó que hay tres formas de manejar estas interrupciones.
- Expectante: es cuando se le recomienda a la paciente una ventana de tiempo (de unos 15 a 20 días) para que haga una expulsión de manera natural, sin que se ponga en riesgo la mujer. Si hay síntomas se recomienda consultar nuevamente para un nuevo ultrasonido.
- Con tratamiento: se le prescribe medicamento especial pero en Costa Rica no está permitido. Así que es una opción que no se considera.
- Legrado: con un procedimiento quirúrgico la mujer es anestesiada, el cuello uterino es dilatado y se le remueve el tejido del útero con ayuda de un aparato. Aunque existen riesgos tales como sangrado, infecciones o a daños al endometrio.
Atención psicológica ante el duelo
Hay un elemento adicional que no es menos importante: la contención emocional y psicológica para la mujer.
Gamboa remarcó la importancia de que se validen los sentimientos de las paciente y no minimizarlos o ridiculizarlos cuando tiene una pérdida, en especial -dijo- cuando el bebé era deseado y hasta planificado. Aquí hay un duelo y se debe respetar.
De allí que ella insistió en que las mujeres que sufren abortos deben recibir el apoyo psicológico por varias razones. Una de ellas es quitarles el sentimiento de culpabilidad.
Pero, además, si ella tuvo una pérdida no quiere decir que volverá a ocurrir. “Hay ansiedad y tensión ante un nuevo embarazo. Y es natural después de un proceso como el que vivieron, pero deben seguir adelante y no perder ese deseo e ilusión”, expresó la ginecóloga.
¿Cuánto tiempo debe esperar ella para concebir de nuevo? Las mujeres que han sido tratadas por un aborto espontáneo retenido deben esperar, al menos, un ciclo menstrual. Sin embargo, los tiempos no son los mismos para todas mientras se recuperan de la pérdida.
