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Se acabó el trabajo que conocíamos

Francisco Soto para el Observador Las condiciones en las que las personas trabajan han ido evolucionando a lo largo de…

Por Blog

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Se acabó el trabajo que conocíamos
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Francisco Soto para el Observador

Las condiciones en las que las personas trabajan han ido evolucionando a lo largo de la historia, pero nunca como en los últimos años.

En la Edad Media lo normal era que los hijos heredaran el trabajo de su padre, era la única forma de aprender las competencias laborales para sobrevivir.

En la revolución industrial ya se había especializado el trabajo y las competencias laborales pero jornadas de muchas horas, en promedio 3.000 horas al año.

No fue hasta el año 1938 que en Estados Unidos se autorizó tener dos días libres por semana, lo que fue un gran avance en la organización del trabajo, la productividad y en la mejora de las competencias laborales.

Reinvención del puesto de trabajo

Hace 30 años un puesto trabajo de alta demanda era el de mensajería, no solo por la rapidez si no por la confianza que ofrecía la persona que daba el servicio ya que la discreción y seguridad eran competencias laborales fundamentales.

Hoy esa tarea se puede realizar de manera instantáneamente usando el correo electrónico o WhatsApp, lo que promovió a la reinvención del puesto trabajo con nuevas competencias laborales.

Pero lo que no había ocurrido es un cambio tan abrupto y repentino como el que estamos viviendo ahora después de la pandemia.

El trabajo ha cambiado completamente, tanto jóvenes como para algunos que pintamos canas, la evolución tecnológica, nuevas culturales de convivencia como los cambios en las competencias laborales han sido constantes.

¿Asistentes en remoto?

En los próximos años será extraño la reunión que no tenga a algún asistente en remoto.

Por eso hay que disponer de herramientas tecnológicas y nuevas competencias laborales para gestionar la reunión. Y hasta que llegue el metaverso y sea nuestro avatar y no nosotros los que asistamos a una reunión.

Se acabó en general el trabajo presencial y abriendo la posibilidad de poder trabajar para cualquier organización del mundo sin tener que moverte de tu casa, creando una competencia global de los puestos de trabajo.

Se está redefiniendo también el modelo de trabajador o profesional independiente, pasando a ser cada vez más los que trabajan por proyectos, freelance, consultores, es el nuevo emprendedurismo basado en competencias laborales.

Aparecerán nuevas profesiones que hace 10 o un año no existían y que hoy son cada vez más demandadas con nuevas competencias laborales.

Por ejemplo los expertos en bigdata, en marketing digital o conductores de drones, incluso nuevos oficios especializados.

Y lo que queda por venir

Estoy convencido que mis hijos tendrán una jornada laboral de 32 o menos horas a la semana.

O bien trabajarán para ellos mismos y organizarán su jornada laboral en función del proyecto para el que trabajen en cada momento.

Se acabarán los trabajos que puedan ser realizados por una máquina de forma más eficiente que una persona.

Es probable que un experto en programación o en una nueva tecnología tenga un salario más alto que el director de Recursos Humanos de la organización.

La economía circular y colaborativa hará que el reciclaje y la sostenibilidad sea un parámetro clave a la hora de diseñar cualquier producto o proceso.

¿Y qué hacer para estar preparado para el trabajo del futuro?

Ser capaz de imaginar y proyectar las posibilidades de los nuevos trabajos con metas ambiciosas.

Hay que poder rediseñar las opciones de trabajo y las competencias laborales, aprovechando las posibilidades de la automatización, los lugares de trabajo colaborativo y todas las posibilidades que se dan para potenciar el talento.

Adaptarnos a las nuevas competencias laborales digitales que nos permitan aprovechar al máximo las nuevas tecnologías.

Las organizaciones deberían alinear los programas de organización y desarrollo de la fuerza laboral para acceder a nuevas habilidades, e involucrar a la fuerza laboral en nuevas formas de trabajo.

Y para todo ello es fundamental utilizar la tecnología de manera que genere beneficios para las organizaciones y para la sociedad en su conjunto.

Todo cambio implica también una oportunidad, así que estamos ante un enorme abanico de oportunidades para aprovechar.