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Carlos Peña para El Observador
Estuve reflexionando mucho sobre el sistema de pensiones, aunque sinceramente no creo que el régimen del IVM vaya a existir para cuando yo tenga edad de jubilarme.
Supuestamente, depende a quien le pregunte, no llega al 2037, lo que estoy claro es que para el 2050, si no se reforma, fijo no existirá.
Reitero que creo que todos los sistemas de pensiones basados únicamente en el modelo financiero de adicionar una base de pirámide más grande cada año están totalmente destinados al fracaso.
El comportamiento de la tasa de natalidad a nivel nacional cada año va en disminución, ya sea porque las decisiones sobre la maternidad se han postergado o del todo se eliminan.
Algunas reflexiones
El IVM como lo dije en el artículo pasado es un sistema piramidal como cualquier red de mercadeo. Solo que en vez de vender jabones a sobreprecio lo que vende es una falsa seguridad.
A las personas se les debe de brindar alguna solución para tener ingresos para su vejez. Pero honestamente no creo que un sistema piramidal que dependa de eliminar liquidez a cambio de un bajo retorno anual sea la solución.
El sistema financiero ofrece algunas alternativas como fondos de inversión, existe el mercado inmobiliario o inversiones en empresas.
Es por lo anterior que en primera instancia debemos de ser responsables en diseñar nuestra estabilidad financiera para la vejez desde la juventud.
No olvide estos consejos
Hay que hacer buenas inversiones y evitando trampas financieras de deudas que no generen valor a nuestras vidas.
Por ejemplo, comprarse un vehículo del año financiado es una de las mayores trampas financieras en que la gente joven cae, un vehículo es un gasto, aun siendo utilizado para trabajar.
Asumiendo que tenemos la posibilidad de hacer ajustes a la forma en la que el IVM es gestionado y queriendo evitar tener que tomar alguna decisión políticamente incorrecta propongo algunas ideas:
- Retiros escalonados: En una entrevista en otro medio escuché a un sindicalista decir que una alternativa es ir brindando la pensión por tractos. Y siendo que la persona trabaja parcialmente unas horas a la semana y, a la vez descansa, de esta forma la transición del trabajo a la pensión no es de golpe. De todo lo escuchado esta me parece una de las propuestas más sensatas, lastimosamente perdí el dato de la señora que planteaba esta propuesta.
- Dualidad de ingresos: Siempre me ha parecido muy extraño porque un pensionado no puede seguir trabajando por cuenta propia. Deberíamos permitir que personas que reciben pensión puedan ejercer profesiones de forma liberal o presenten servicios personales sin repercusión alguna. Puede esta persona seguir aportando al mismo régimen del que recibe dineros, genera riqueza, empleo y se mantiene vigente en el mercado.
- Fusión de todos los regímenes de pensión con cargo al presupuesto: Existen varios sistemas de pensión en el país. Esto permite que, mientras en el IVM hay pensiones muy bajas y un tope bastante aceptable, en otros se dan las famosas pensiones de lujo. Si se fusionaran todos los sistemas existentes con topes razonables existirían más recursos. También economías de escala para bajar costos y mayor control.
- Incluir formación financiera en la educación colegial: Es urgente que desde jóvenes a las personas se les explique con detalle cómo interpretar los aspectos financieros más importantes que gobiernan su futuro. Por ejemplo las tasas de interés, retorno sobre inversión, plazos de contratos y otros elementos relacionados a la gestión financiera.
Pensiones, tema candente
Siempre me ha parecido muy curioso las pasiones que levanta la discusión sobre los regímenes de pensión.
Y lo puntualizo en que las personas confunden la pensión con lo que realmente es un ingreso digno para la vejez.
Recordemos que la pensión es un retorno proporcional a sus aportes durante su vida productiva, que no es lo mismo al mínimo necesario para tener una vida digna, eso es otro tema.
Todo adulto mayor debería de tener garantizado un mínimo de ingreso que le permita a esta persona consumir no sólo productos de la canasta básica. También -como lo hacen con las pensiones alimenticias- determinar un umbral que le permita a la persona desarrollarse.
En la tercera edad queda mucho por hacer y es una injusticia cómo el sistema social pareciera verlos como un estorbo.
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