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The Northman: es una cinta de vikingos que no es ordinaria

@Popcorn506 para El Observador The Northman es uno de los estrenos más esperados de este 2022. No vamos a decir…

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The Northman: es una cinta de vikingos que no es ordinaria
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@Popcorn506 para El Observador

The Northman es uno de los estrenos más esperados de este 2022. No vamos a decir que es el más esperado, porque hay mucha gente que ya satisfizo sus deseos con The Batman, y quedan unas cuantas muy potentes.

Por ejemplo las nuevas entregas de Top Gun, John Wick y Jurassic Park, además de los siguientes estrenos relacionados con Marvel y Pixar. Y y otras nuevas propuestas como Elvis o The Fabelmans, que será el nuevo regalo de Spielberg.

Mientras tanto, el atractivo en la cartelera se lo va a llevar The Northman, cuya repercusión justo antes de su estreno mundial está siendo enorme y, tal vez, hasta polémica.

De vikingos y de Robert Eggers

Y es que, aún con ese gran presupuesto, la extraña campaña de marketing y los escasos resultados en las primeras taquillas le han dado, si cabe, una fuerza viral que ha atraído a muchos más ojos de los que antes hablaban de ella.

Para entender esto hay que tener en cuenta que The Northman es una película de acción y es una película de vikingos.

Pero, a la vez, es una película de Robert Eggers, y esto le confiere unas cualidades muy concretas.

Lo que queremos decir es que The Northman no es una película con el ritmo y el tono habitual de las películas de los grandes estudios, dinámica y frenética. Es una película en la que hay sus espacios y sus momentos para la pausa y la reflexión.

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Ethan Hawke stars as King Aurvandil in director Robert Eggers’ Viking epic THE NORTHMAN, a Focus Features release.
Credit: Aiden Monaghan / © 2021 Focus Features, LLC

Con los antecedentes del cine de Eggers, es algo que no debería sorprender. Aunque es cierto que eran historias mucho más sencillas, en las que ese punto de misticismo era mucho más fácil de insertar, o al menos más fácil de comprender.

No es una cinta ordinaria

Y es que no estamos aquí ante una película ordinaria, ni fácil de intuir. Esa es la primera de las grandezas que le vemos a The Northman, que no es una película que ya hayamos visto.

La originalidad de su propuesta es suficiente como para atraer a muchos espectadores, pero perdería fuerza si no estuviera acompañada de otros aspectos tan interesantes como el reparto, la puesta en escena y la dirección.

Porque es verdad que, para empezar, el cartel de esta película es de un nivel difícilmente igualable.

Tenemos una serie de nombres que, por sí solos, son capaces de llamar la atención: Alexander Skarsgård, Nicole Kidman, Anya Taylor-Joy, Willem Dafoe, Ethan Hawke y Björk.

Se trata de rostros que prácticamente todos los aficionados al cine actual conocen. Y eso ayuda.

Como hemos dicho, el trabajo de Eggers es un trabajo muy de autor, muy particular. Pero es muy interesante, con unos aportes que suman en lugar de restar.

Suya es la responsabilidad de esa atmósfera tan invasiva, en la que las brujas parecen haber pronunciado uno de sus conjuros para que nos sintamos cada vez más hechizados según avanza el film, aunque antes de sentarnos no lo hayamos percibido.

También es mérito suyo lograr ese equilibrio entre lo que puede parecer una película de reflexión espiritual y una obra épica de tremenda acción.

Como si la quisiéramos situar entre The Green Knight y Gladiator. Sí, es lo que muchos pueden pensar que es algo arriesgado, poco apetecible y que está destinado a un tipo de cinéfilo muy particular y alternativo.

Pero termina siendo una gran obra de venganza nórdica, tan mágica y poderosa como si el golpe fuera de aliento y no de puño.

Y ya que hemos nombrado alguna película que puede ser ligera referencia por algún motivo. También queremos dejar claro que no nos importaría que el personaje de Amleth pudiera encarnar alguna que otra aventura, tal y como en otra infancia sucedió con Conan.

Pero esto ya es trabajo de los guionistas y, si acaso, de los señores productores, que son los que tendrán que echar las cuentas y ver la rentabilidad. Pero que quede claro que, si fuera por nosotros, hipotecaríamos la casa. No seríamos pioneros en eso, pero nos divertiríamos mucho.