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‘The Trip’: un estreno tan agradable y potente

@Popcorn506 para El Observador No nos esperábamos un estreno tan agradable y potente como The Trip, pero bienvenido sea. Agradable…

Por Blog

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‘The Trip’: un estreno tan agradable y potente
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@Popcorn506 para El Observador

No nos esperábamos un estreno tan agradable y potente como The Trip, pero bienvenido sea.

Agradable y potente pueden parecer dos adjetivos no demasiado compatibles o, al menos, no los que más se suelen combinar.

Pero aquí estamos ante una de esas películas de la Europa más septentrional que, con su estilo más característico, mezcla los géneros de comedia negra y thriller gore con un talento que ya quisieran muchos de los afamados y aclamados directores hollywoodienses.

Lo que nos cuenta la película

La película nos cuenta la historia de un matrimonio formado por Lars (Aksel Hennie) y Lisa (Noomi Rapace), que no solo es que no pasen por su mejor momento, sino que, directamente, afrontan el peor de todos.

Ni su amor se sostiene ni sus respectivas situaciones laborales se corresponden con sus aspiraciones.

La de él, como director de cine, se ha quedado en flojas telenovelas, y la de ella, como actriz, en pequeños papeles publicitarios.

Así que han decidido dar un giro a sus vidas y, para comenzar con el cambio, hacer un pequeño viaje a la cabaña que Lars heredó de su padre, un viejo ex combatiente al que todos le parecen blandos y débiles.

Pero su estancia en la cabaña no empieza como ninguno de los dos había planeado y, sobre todo, no transcurre como ninguno de los dos hubiera soñado…

Cine noruego de alta calidad

Para el público poco habituado al cine noruego, el único rostro verdaderamente conocido es el de Noomi Rapace, a la que hemos podido ver en películas muy famosas, como Alien Covenant, Bright, Prometheus o la saga sueca de Millennium.

Pero que la fama no signifique equivalencia a capacidad, porque aquí todos dan la talla y algunos personajes resultan especialmente encantadores o carismáticos.

En este caso, destacamos también los papeles ejecutados por André Eriksen, Christian Rubeck y Atle Antonsen.

Es un trío de presidiarios fugados que, cada uno a su estilo, imponen el terror y el humor con una sutilidad que solo los directores más hábiles son capaces de exprimir y retratar.

Pero en lo que nos atañe particularmente, son la historia y su modo de mostrarla los auténticos protagonistas, el atractivo principal.

Porque una historia como esta puede parecer algo nada novedoso, en lo que respecta al planteamiento a los ligeramente previsibles giros de guion e impactos.

Pero lo que sí resulta, cuando menos sorprendente, es la capacidad de Tommy Wirkola, guionista y director, de sostener un ritmo y una tensión continua durante tanto tiempo. Casi todo el metraje desde que surge el primer conflicto serio.

Y es que ese suele ser el problema de muchas películas de terror, sobre todo cuando están acompañadas de notas cómicas o, primordialmente, se centran en el humor negro como tono general.

No son capaces de mantener el nivel adecuado o, en el peor de los casos, el nivel mínimo que se puede exigir a este tipo de obras, cuyo objetivo suele centrarse en el entretenimiento más que en cualquier otro.

Aquí agradecemos que el ritmo no pare y que, por mucha previsibilidad que haya a lo largo de la película, la inercia nos haga sujetarnos a la butaca con más fuerza de la que pensábamos posible.

Tal vez ayuda a que la sangre y el toque gore tengan un buen acierto en lo que se refiere a originalidad y cantidad de sangre, adecuados también para mantener el humor acorde e incluso jugar con lo escatológico.

En conclusión, una película muy entretenida, tremendamente eficaz y un bonito regalo de Netflix que nos sirve como propuesta original para alguna de las sesiones de cine que queramos ofrecer en casa, a amigos o familiares, durante estas fechas cercanas a Halloween.