Hermes Solano
“Tanto sacrificio valió la pena”. Así resume la árbitra costarricense Marianela Araya su designación como réferi para el Mundial Mayor femenino Nueva Zelanda-Australia, que se llevará a cabo este 2023.
La Comisión de Árbitros de FIFA dio a conocer este lunes los nombres de todos los árbitros que estarán en ese torneo, incluyendo la tica, que está en el grupo de 33 réferis centrales.
“Estoy sumamente feliz y agradecida con esta oportunidad. Cuando alguien ingresa al mundo del arbitraje este es el gran sueño”, dijo Araya, en declaraciones enviadas por la Federación Costarricense de Fútbol.
Araya estuvo en el proceso para ir al Mundial femenino Francia 2019, pero finalmente no fue elegida entre el grupo de árbitros.
Eso fue un duro golpe para ella, pero ahora ya eso quedó como una anécdota.
“Cuando uno ingresa al mundo del arbitraje uno desea ir a un Mundial, es el deseo de cualquier árbitro. Estuve en el proceso para Francia y por cosas que pasaron no quedé, situación que dolió montones”, contó.
La réferi tiene 10 años ya portando el gafete FIFA y ha dirigido una gran cantidad de torneos internacionales:
- -Dirigió en eliminatorias Sub 17, Sub 20 y Mayor femeninas de Concacaf
- -Estuvo en eliminatoria Sub 20 masculina como VAR
- -Participó en el Mundial Sub 17 que se disputó en Costa Rica en el 2014
- -También dirigió en los Mundiales Sub 17 femeninos de Papúa Nueva Guinea 2016 y el Sub 20 en Costa Rica 2022
- -Dirigió en los Juegos Centroamericanos San José 2013, los Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, los Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 y los Juegos Panamericanos Toronto 2015
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Hermosa, pero ingrata
La árbitra asegura que esta profesión es hermosa, más allá de lo ingrata que se vuelve a veces, principalmente cuando se toman decisiones dentro del terreno de juego que no caen bien a uno u otro.
Ahora, de cara a su participación en el Mundial, que se jugará del 20 de julio al 20 de agosto de este año, agradece tomar la decisión de entrar en este mundo.
Recordó a su hijo de 3 años, quien muchas veces le decía que no entrenara para que se quedara con él, pero ella hizo el sacrificio de dejarlo muchas veces esperando esta recompensa.
“Tanto sacrificio valió la pena. Mi hijo muchas veces me decía que no fuera a entrenar porque quería estar conmigo, gracias a Dios y al trabajo sí se dio esta gran meta”.
“Es mi gran motivación, porque quiero que cuando él esté más grande sepa lo que hizo la mamá”, añadió.
A sus 34 años, esta oriunda de Alajuela es profesora de Contabilidad en el Colegio Técnico Profesional de El Rosario de Naranjo, que quizá por este primer semestre y un poco más deba poner en pausa.
Como parte de su preparación, Araya acudirá a un Seminario Élite de Concacaf el 6 de febrero y a un Seminario de FIFA en Uruguay el 28 de febrero, para afinar conceptos de cara a la Copa del Mundo.
