Josué Alvarado
(Santa Teresa, Puntarenas). La fama internacional que se ha ganado la comunidad de Santa Teresa, ubicada en Cóbano de Puntarenas, ha provocado un aumento inesperado de la población que vive allí y de aquellas que la escogen como su destino de vacaciones.
El aumento de habitantes, junto a un creciente tránsito de turistas, trajo consigo un mayor desarrollo del comercio: farmacias, hoteles, salas de masajes, academias de surf, restaurantes y salones de baile, entre otros.
Los proyectos inmobiliarios aumentaron exponencialmente durante la pandemia: desde pequeños hoteles, hasta gigantes casas de lujo rodeadas del verde del bosque y de la brisa del mar, al mismo tiempo.
La problemática actual es que dicho crecimiento no fue planificado, no responde a alguna estrategia de desarrollo. Y, de continuar, lo seguirá haciendo en la misma condición.
Para esta etapa que atraviesa Santa Teresa solo sirven de contención las leyes nacionales sobre construcciones y protección del ambiente, aunque su aplicación es limitada en la zona debido a la falta de personal y de recursos por parte del Estado.
La naturaleza, el ecosistema y la belleza de esta joya del Pacífico, que tanto visitan personalidades de todo el mundo, están en peligro. A esta franja costera incluso le han llamado “tierra de nadie”.
La comunidad, desde distintos de sus organizaciones, empresas y vocerías, pide a la Municipalidad de Puntarenas y al Gobierno de la República brindar el apoyo necesario para darle a Santa Teresa la vigilancia y el soporte que requiere durante este proceso.
Video: ¿Qué ocurre en Santa Teresa? Crecimiento sin control pone en riesgo una joya del Pacífico
El crecimiento exponencial de la población que reside en el distrito de Cóbano y de las construcciones (principalmente las de tipo habitacional y comercial) ocurrió durante la pandemia.
Por ejemplo, la cantidad de personas adscritas a las áreas de salud de Cóbano aumentó de 10.819 en el 2019 a 18.318 para el 2023, según registros de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Otro dato que demuestra el desarrollo que ha experimentado esta comunidad es el de los metros cuadrados (m²) que se tramitan ante el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA).
El número aumentó de un máximo de 64.901 m² en el 2018 a un total de 185.052 m² en el 2020. El crecimiento en este periodo es cercano al 180%.
En el 2021, por primera vez, se otorgaron más de 200 patentes comerciales durante el año (232). El número máximo antes de esa fecha había sido 177.
"Si está el doble de personas voy a necesitar el doble de abogados, médicos, librerías, farmacias. Entonces se empieza a generar una serie de comercios.
"El turismo per sé es uno de los sectores que generalmente hace que crezca no solo lo que atiende al turista en el instante, si no que adicional como son los servicios", explicó el director ejecutivo del CFIA, Guillermo Carazo.
Las categorías en las que hay un mayor incremento de metros cuadrados tramitados ante el CFIA para el distrito de Cóbano son habitacional y comercial.
También muestra un comportamiento al alza el tipo de obra denominada "urbanística", en la que no solo se construyen las casas, si no que también se debe dotar a esa zona de infraestructura como calles o parques.
Es decir, se podría entender como una especie de expansión del territorio que ya estaba urbanizado.
"Podría poner en riesgo los recursos", dice intendente
La preocupación de quienes integran la comunidad es que este crecimiento de construcciones, de servicios y de intercambio comercial y social no se ha dado acompañado de una mayor vigilancia institucional y un mayor apoyo estatal, que se esperaría para una zona que le está dando prestigio internacional a Costa Rica en materia turística.
Tampoco se da de una forma ordenada, ante la ausencia de un plan regulador integral.
"Podría poner en riesgo los recursos que tenemos en el distrito y lo que nos hace atractivos, que es el bosque, lo verde que tenemos actualmente", dijo el intendente de Cóbano, Favio López.
"Cuando hay un crecimiento tan acelerado y no hay un mecanismo para guiarlo y dirigirlo pueden haber consecuencias negativas y perder la oportunidad de hacer algo diferenciado", señaló el presidente de la Cámara de Turismo Zona Azul (Catuza), Nathaniel Grew.
En Costa Rica existen ocho intendencias. Cóbano, donde se ubica Santa Teresa, es una de ellas. Estas figuras de administración se crearon debido a la lejanía que existe entre las municipalidades centrales y los territorios que tienen a cargo.
En este caso, por la distancia que existe entre la Municipalidad de Puntarenas y Cóbano. De hecho, los habitantes consideran que esta distancia es lo que les impide, hasta cierto punto, contar con algunos de los recursos que sí cuentan los territorios cercanos al municipio.
Años de quejas y advertencias en el Concejo
El Observador revisó las actas del Concejo Distrital de Cóbano del año 2021 al 2023.
Durante este periodo las quejas y preocupaciones por este crecimiento sin vigilancia de las construcciones, y en general de la comunidad, han sido constantes.
Hay vecinos de barrios cercanos, como Malpaís, que han expresado ante los concejales que no quieren convertirse en Santa Teresa: se refieren al desorden de la única calle que atraviesa el destino, al poco control sobre los vehículos que parquean en las zonas de paso, y a la falta de sanciones para algunos comercios que invaden la vía pública.
También a un creciente negocio de fiestas nocturnas, algunas legales otras ilegales.
Los proyectos para construir aceras y boulevares tampoco parecen concretarse. El tráfico vehicular crece y la reconocida calle que inicia en Playa del Carmen ni siquiera está pavimentada.
En la comunidad hay quienes creen que se debe de mantener así, polvorienta, para resguardar la identidad de Santa Teresa. Otras personas consideran que no solo hay que mejorar la que ya existe, si no crear más calles para mejorar el flujo de locales, turistas y del comercio.
Pero el desorden visible en la única calle que atraviesa Santa Teresa sirve como ejemplo para el tema en cuestión. En el concejo la constante justificación para mantenerla al menos transitable es falta de recursos, la misma falta de recursos que impide contar con más personal para vigilar las construcciones que se están levantando.
"Hay mucho desarrollo irregular o ilegal como corta de árboles, terraceo de montañas. Estas denuncias se llevan al Ministerio Público. Lamentablemente hemos visto cómo ponemos denuncias en Fiscalía y en la Secretaría Técnica Nacional (Setena) y finalmente no ocurre nada", señaló el intendente, Favio López.
"Yo creo que en materia ambiental el país carece de leyes más robustas y más fuertes que realmente permitan detener el daño ambiental que están causándole al país", añadió.
Plan regulador tardará unos tres años
El intendente dejará su cargo en el año 2024, cuando haya elecciones municipales. Su promesa es que en el tiempo restante de su gestión se logre concretar el camino que tendría que recorrer Cóbano para lograr un plan regular integral.
Es decir, en ese lapso se darían los primeros pasos.
La estrategia final podría estar lista hasta dentro de unos tres años y requerirá una inversión cercana a los ¢150 millones.
Antes de eso la comunidad seguirá creciendo, regulada por planes descontinuados y reglamentos que, según denuncian, pocas veces se aplican en la práctica.
También existe el plan regulador de la zona costera, sin embargo, como lo dice su nombre, solamente regula el desarrollo a la orilla de la playa (150 metros) y no en la montaña, ni en el resto del cantón.
El director de Planeamiento y Desarrollo Turístico del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), Rodolfo Lizano, considera como solución provisional la realización de un plan regulador parcial, es decir, para una zona específica, y no necesariamente de todo el distrito.
La comunidad pide ayuda y protección
Entre las fuerzas de la comunidad se conocen. Durante un recorrido hecho por El Observador en Santa Teresa se constató que los actores, instituciones, organizaciones y grupos empresariales saben quienes son, con nombre y apellido. Saben quién está a cargo de cada tema y cuáles son las necesidades del otro.
"Queremos un desarrollo integral que apueste a la preservación del medioambiente, al disfrute familiar, que sea un lugar sano, seguro, que podamos apoyar a las personas que están en condición de vulnerabilidad", comentó la directora ejecutiva de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de Malpaís y Santa Teresa, María Pérez.
"No queremos torres grandes, no queremos desarrollos hoteleros megaproyectos ni campos de golf. Ese es el tipo de desarrollo que le dejamos a los colegas de Guanacaste, en otros sitios del país. Aquí queremos turismo regenerativo, buena proyección hacia la comunidad de Cóbano", señaló el empresario Mario Mikowski.
Es normal al escucharles hablar que coincidan sobre la "visión" y "lo que queremos" para Santa Teresa.
Exigen que la ruta sea la de proteger el medioambiente como bandera principal, volverla un destino todavía más seguro, que genere recursos para distribuirlos entre todo el distrito.
Esto sin dejar de ofrecerle a Costa Rica y al mundo lo que tanto buscan los famosos: tranquilidad, armonía, disfrute y descanso.
