Krissia Morris Gray
Un total de 45.000 motocicletas permanecen en patios tanto del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) como de la Policía de Tránsito tras ser decomisadas.
Muchos dueños no reclaman y sus vehículos y algunas suman hasta 10 años de estar ahí.
De estas, 30.000 se encuentran distribuidas entre los 11 patios que tiene el Cosevi en todo el país. Las restantes 10.000 están lotes de la Policía de Tránsito.
Las detenciones se producen por incumplimientos a la Ley de Tránsito.
Además, en los patios de tránsito hay 10.000 carros decomisados que tampoco fueron recuperados y más en las instalaciones del Cosevi, en La Uruca. Estos últimos se incautaron durante la pandemia.
Así suman 55.000 automotores estacionados en los planteles de los entes gubernamentales.
La información la confirmó Edwin Herrera, director ejecutivo del Cosevi.
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6.000 más al año
Herrera informó que en el 2019 abrieron dos patios más: uno en Orotina y otro en San Ramón, que sumaron 20 mil metros cuadrados.
Según el funcionario, en cuestión de cuatro meses se llenaron.
“Creímos que estos dos patios nos darían un respiro significativo para aplicar otras estrategias en detección de vehículos, porque año con año, la Policía de Tránsito detiene cerca 9.000 vehículos.
De esos 9.000 vehículos, al menos, durante la pandemia, sólo el 30% fueron retirados, entonces 6.000 vehículos, año a año, se quedan en los patios”, reafirmó Herrera.
El hecho que los dueños deben varios marchamos, si no tiene revisión técnica vehicular o el número VIN no coincide, son las razones por las cuales se incautan los automotores, que son detectados en operativos.
“Ya estamos en el tope y es parte de lo que la pandemia nos dejó”, afirmó Herrera.
¿Por qué no las retiran?
El decomiso de los vehículos se da por incumplimiento a la ley de Tránsito y para su recuperación los dueños deben pagar las multas.
Pero hay quienes optan por no recuperar los vehículos.
“Hay vehículos que tienen problemas legales y no los pueden sacar, pues por ejemplo, no están a nombre ellos (el conductor) sino de tal vez de una persona que hasta ya falleció o de un antiguo dueño y no se hizo el traspaso”, explicó Herrera.
A esto abonó que el vehículo puede tener multas acumuladas en el tiempo, ante repetición de infracciones a la Ley de Tránsito.
“Se trata de personas reincidentes que tienen muchas boletas de citación asociadas, entonces no pueden sacar el vehículo.
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“Ese cúmulo de sanciones hace que la persona no pueda sacar el vehículo y no por la complejidad de sacarlo o no”, reafirmó Herrera.
No pueden crecer más
El funcionario indicó que la agravante que tiene el Cosevi en la actualidad es que, por limitaciones presupuestarias, no puede comprar más lotes para albergar más vehículos decomisados.
Al mismo tiempo recordó que los costos operativos son importantes, pues deben pagar seguridad privada, video vigilancia, agua, electricidad y otros.
Dentro de los planes institucionales está la posibilidad de eliminar tres alquileres de patios ubicados en Pérez Zeledón, Limón y Liberia, que por año suman un gasto por ¢1.000 millones.
“Todos los patios tienen vehículos que tienen hasta una década de estar allí detenidos. La Ley de Tránsito dice que a los tres meses ese vehículo pasa a posesión de la administración, pero el 70% o el 80% de todos los vehículos que se detienen hay un tercero involucrado (dueño registral).
“Entonces cuando queremos empoderarnos de la moto para achatarrarla no podemos porque hay un tercero interesado”, aseveró Herrera.
Convertirlas en chatarra
Dentro de los planes del Cosevi, a fin de hacer campo en los planteles es convertir las motos en chatarra.
Por ello, en diciembre anterior el Cosevi publicó la primera lista de 800 motocicletas y está por publicar otras 1.200, a las que se le indica a los dueños registrales que procedan a la recuperación dichos vehículos.
Para esto deberán pagar las multas, la custodia y e acarreo.
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“Lo que dice la norma es que si la moto cuesta menos de 3 salarios mínimos las podemos achatarrar y eso es lo que vamos a hacer”, apuntó.
El Cosevi está en proceso para la contratación de empresas que pueden convertir en chatarra las motos.
“Nosotros lo que precisamente queremos son unas cuatro o cinco empresas pequeñas que achatarren, pero cumpliendo con todas las normas que existen en el país, no solo del Ministerio de Salud que pide un regente ambiental, sino una norma Inteco que se asocia a los patios para achatarrar y no contaminar el ambiente”, agregó.
Previo a esto, el Cosevi debe hacer, entre otros, un proceso de desinscripción de los vehículos antes de convertirlos en residuos
Para el plan de convertir las motos en residuos, el Cosevi tenía previsto contratar 16 plazas entre estos mecánicos, técnicos y otros, pero sólo le dejaron la posibilidad de hacer aumentar en tres plazas.
Krissia Morris Gray
