Salud

6.000 costarricenses mueren al año por cáncer pero cifra podría duplicarse en menos de dos décadas, alertan expertos

Tabaquismo, obesidad, luz ultravioleta y exceso de alcohol sobresalen como principales causas de cáncer.

Por Mariana Mena

Tiempo de Lectura: 4 minutos
6.000 costarricenses mueren al año por cáncer pero cifra podría duplicarse en menos de dos décadas, alertan expertos
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

En Costa Rica cada año, más de 13.000 personas son diagnosticadas con cáncer y más de 6.000 mueren por esta enfermedad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2040, el número de casos nuevos y muertes en el país será casi el doble.

Ese incremento drástico sucedería si no se toman acciones de forma pronta y decidida para frenar la avalancha de casos y muertes por cáncer que podría ocurrir.

Así lo consideran los especialistas Warner Alpízar, experto en biología tumoral de la Universidad de Costa Rica y Luis Bermúdez, del Centro de Radiocirugía Robótica.

“Gracias a las mejoras en las condiciones sociales y de salud, la expectativa de vida ha aumentado sustancialmente”, resaltan.

“No obstante, vivir más conlleva a un tiempo de exposición más prolongado a factores del entorno y estilo de vida contundentemente asociados con el riesgo de desarrollar cáncer”, alertan ambos.

Los investigadores enlistas una serie de elementos como posibles causantes de enfermedades como el cáncer. Entre ellos mencionan:

  • Tabaquismo
  • Sobrepeso
  • Obesidad
  • Exposición prolongada a la luz ultravioleta
  • Ingesta excesiva de alcohol

Según los expertos, para frenar esas tendencias crecientes se deben redoblar esfuerzos en materia de diagnóstico temprano.

“Tenemos que tomar en cuenta que la detección temprana por sí misma no rinde frutos si no forma parte de una estrategia más integral, que también refuerce el acceso oportuno al tratamiento y la prevención”, consideran.

Destacan que es indispensable garantizar que las personas con sospecha o ya diagnosticadas van a recibir un tratamiento expedito y más eficiente para su enfermedad.

“Y es que mientras el paciente espera, la enfermedad avanza, lo cual reduce sus posibilidades de supervivencia, desmejora su calidad de vida y encarece el tratamiento”, lamentan.

Avance del cáncer

Conforme el cáncer crece en tamaño, las células cancerosas acumulan más mutaciones -daño en el ADN, su manual de instrucciones-.

“Por tanto, aumenta la diversidad de células malignas y esto repercute en el crecimiento y grado de agresividad tumoral. Con ello, es cada vez más probable que surja resistencia a las terapias anticáncer”, explican los especialistas.

“Con el tiempo, también aumenta la probabilidad de que las células cancerosas se desprendan del tumor primario, se diseminen a otros sitios del cuerpo y formen metástasis”, agregaron.

Esta situación resulta clave en el manejo de la enfermedad. Se estima que el 90 % de las muertes por cáncer se deben a aquellos casos metastásicos.

Otro aspecto que empeora con el tiempo es el crecimiento descontrolado de las células de cáncer, las cuales consumen de forma excesiva e ineficiente los nutrientes que son necesarios para las células sanas que forman los tejidos del cuerpo.

“Entre más grande sea un cáncer, más se deteriora la condición física de la persona, porque las células normales se quedan sin los insumos necesarios para sus funciones”, detallan los médicos.

En conjunto, los factores biológicos dejan claro que un cáncer detectado y tratado tardíamente es sinónimo de una enfermedad más agresiva, que empeora la probabilidad de supervivencia, la calidad de vida y aumenta el costo de atención para el sistema de salud.

Diagnóstico y tratamiento

Estudios epidemiológicos han demostrado en la práctica que el tiempo entre el diagnóstico y el tratamiento de un paciente con cáncer es crítico si se desea disminuir la mortalidad.

Por ejemplo, un estudio del 2020 concluyó que por cada mes de retraso en el tratamiento de una persona con este padecimiento, el riesgo de muerte aumenta cerca de un 10%.

Los doctores consideran que en Costa Rica es necesario definir estrategias que reduzcan el tiempo que transcurre desde que un paciente se refiere por sospecha hasta su tratamiento.

En países de primer mundo como Islandia, Nueva Zelanda y Reino Unido, el tiempo meta entre referencia por sospecha y tratamiento es de ocho semanas, mientras que el lapso entre diagnóstico y tratamiento es de cuatro semanas.

“No existen tiempos”

“Si vemos el caso de Costa Rica, no existe un tiempo meta a nivel país en la ruta del paciente con cáncer. Aunado a esto, cada región y hospital del país tiene un manejo diferente”, resaltan los especialistas.

Según el consenso de tres oncólogos nacionales, a quienes se les consultó, en Costa Rica no existen las estadísticas del tiempo promedio que transcurre entre la referencia por sospecha de cáncer al tratamiento del paciente.

En algunos hospitales el tiempo entre el diagnóstico y tratamiento podría ser de cuatro semanas, el tiempo entre sospecha y diagnóstico puede ser de varios meses.

“Una de las causas de esto se debe a la falta de especialistas, que conlleva a enormes listas de espera y plazos para el reporte de procedimientos de seis meses hasta un año”, reconocen los dos expertos.

“Esta situación es alarmante. Si por cada mes de retraso en el tratamiento de la enfermedad aumenta un 10 % el riesgo de muerte, tal como demostró el estudio, en Costa Rica los pacientes con cáncer podrían tener un riesgo de mortalidad hasta un 50 % mayor, comparado con otros países”, señalan.

Esta podría ser una de las razones por las que, a pesar de que se ha mejorado el diagnóstico, la incidencia de casos es similar a países de primer mundo, pero la tasa de mortalidad por cáncer es la segunda más alta de Centroamérica y México y similar a la de Honduras.

Más acciones

Para los especialistas, urge en Costa Rica un cambio para disminuir el aumento en incidencia y mortalidad. Algunas de las acciones que recomiendan son:

  • Atacar los problemas estructurales que actualmente presenta el sistema de salud
  • Mejorar el acceso a los servicios
  • Garantizar la formación de más especialistas
  • Reducir los tiempos de espera
  • Invertir en tecnologías de punta
  • Agilizar los sistemas burocráticos con la intención de que se garantice el acceso de los pacientes a los tratamientos más efectivos actualmente disponibles

“En resumen, es crucial establecer una meta país en la ruta del paciente con cáncer, pues aunque el tiempo cura las heridas, en la lucha contra el cáncer, el tiempo es nuestro peor enemigo”, concluyeron.