AFP
Bruno de Carvalho, antiguo presidente del Sporting de Portugal, club en el que militaba el seleccionado costarricense Bryan Ruiz, será juzgado junto a otros 43 inculpados pues es sospechoso de haber ordenado la agresión a jugadores del club por parte de unos aficionados en mayo de 2018, informó este jueves la justicia portuguesa.
El 15 de mayo del 2018, cuando Ruiz todavía jugaba en el ese club, un grupo de hinchas del mismo equipo invadió la ciudad deportiva donde los jugadores se entrenaban, agredieron la personal administrativo y a los jugadores.
Supuestamente, el móvil fue el descontento de los aficionados con el desempeño de los futbolistas en el torneo luso de Primera División.
Bryan Ruiz no fue agredido, pero algunos de sus compañeros sí, como lo fueron Bast Dost, Marco Acuña, Rui Patricio, William Carvalho, Rodrigo Battaglia, Raul José y el entrenador Jorge Jesús.
Ese fue el tercer y último año de Ruiz en el Sporting, pues luego pasó al Santos de Brasil, club al cual todavía pertenece aunque no juega y busca su salida.
El juzgado de Barreiro, localidad cercana a Lisboa, consideró que hay suficientes “indicios de prácticas delictivas” llevadas a cabo por los implicados, según el auto de la acusación.
“Han sido todos acusados. No esperábamos esta decisión”, declaró Miguel Matias, uno de los abogados de la defensa a la salida del juzgado.
El 15 de mayo de 2018, tras haber forzado la entrada a las instalaciones deportivas, los agresores destrozaron los vestuarios, acosaron al personal y atacaron a entrenadores y jugadores.
Hasta ahora no se ha esclarecido el móvil real de este ataque, pero el expresidente del Sporting ha sido acusado por la fiscalía de haberlo ordenado, de secuestro, agresión y amenazas.
En cuanto a los aficionados que atacaron a los jugadores, han sido acusados, entre otros, de daños y amenazas, según el auto difundido este jueves por el juzgado.
Bruno de Carvalho reaccionó en su cuenta de Twitter afirmando sentirse “calumniado y difamado”.
A excepción de Nuno Mendes, principal cabecilla del principal grupo de ultras del Sporting, la treintena de personas que estaba en detención provisional, seguirán en arresto domiciliario con vigilancia electrónica.
Bruno de Carvalho había sido puesto en libertad bajo fianza en noviembre pasado, cuatro días después de su detención. El juez de instrucción, que había considerado que no había indicios suficientes para mantenerlo en prisión provisional, había fijado una fianza de 70.000 euros y decretado controles judiciales regulares.
