Josué Alvarado
La población ocupada en Costa Rica sigue disminuyendo este año, según las mediciones mensuales que hace el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Para el trimestre móvil comprendido entre febrero, marzo y abril del 2023 cayó a 2.084.370 personas.
Meses atrás, cuando se hizo el primer cálculo de la población ocupada en enero, esa cifra ascendía a 2.151.158.
Significa que en ese periodo se han destruido unos 67.788 puestos de trabajo, tal y como le llama a este fenómeno el Programa Estado de la Nación.
La disminución del grupo de personas con trabajo en Costa Rica se da desde finales del 2022. Esto significa que cada vez menos integrantes de la familia están llevando ingresos a sus hogares.
Datos del INEC señalan que la Fuerza de Trabajo de Costa Rica ha disminuido constantemente desde el trimestre agosto, setiembre y octubre del 2022.
Este grupo está conformado por las personas con trabajo (ocupadas) y las desempleadas, es decir, aquellas que no tienen un empleo pero que están activamente en busca de uno.
Dentro de la fuerza de trabajo la población ocupada ha disminuido. Pero al mismo tiempo ocurre un fenómeno: el desempleo también cae. Para el mes de abril bajó a 9,7%.
Esta situación se da porque hay personas que dejaron de buscar trabajo por distintas razones, lo que les hace caer en otra categoría llamada "Fuera de la Fuerza de Trabajo", es decir, son personas en edad laboral, pero que no buscan un empleo.
El coordinador de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC, Braulio Villegas, confirmó que la reducción en el desempleo se debe a una "menor participación de las personas en la Fuerza de Trabajo"
Como resultado la tasa de ocupación disminuye y la de no participación aumenta. La tasa de desempleo cae a niveles del 2018, aunque esto no se traduce en más personas con trabajo.
El INEC realiza una comparación interanual de estas tasas.
Para el caso de la tasa de ocupación durante el periodo febrero - marzo y abril del 2022 se colocó en 52%. Mientras tanto para el mismo periodo de este año baja a 50.3%.
La tasa neta de participación pasó de 60% a 55,7%.
Mientras tanto, la de no participación subió de 40% a 44,3%.
Para los expertos del instituto estos casos representan variaciones "significativas".
