Tomás Gómez
Era la década de 1960. En Costa Rica residían oficialmente 1,2 millones de personas, el tipo de cambio era de apenas ¢6 por dólar y la cantidad de carros era mucho menor que la de ahora.
Años antes las autoridades del MOPT y el INVU habían empezado a planear una carretera que rodeara la capital, evitando así las presas en el centro de San José. El plan convenció a los diputados de época declararon el proyecto de “interés público” pero de ahí en adelante, el resto del guión es más que conocido. Es más, aún no concluído.
“La carretera de Circunvalación del Area Metropolitana de San José será una vía de tránsito rápido, exterior al área central de la ciudad de San José e interior a las poblaciones de Tibás, Moravia, Guadalupe, San Pedro, Curridabat, Desamparados, Alajuelita, Escazú y Pavas, que tiene por objeto distribuir en forma adecuada el movimiento de vehículos en el Area Metropolitana”, dice la ley aprobada el 17 de febrero de 1960.
Las obras se aceleraron en la década siguiente pero el círculo no se terminó. Burocracia, expropiaciones, precarios y falta de recursos fueron sumándose para que, sobre todo al norte del plano, siga quedando incompleto.
Pasos a desnivel y viaductos nunca vistos en el país emergieron en la zona durante los últimos años y, por etapas, fue materializándose el sueño de cambiar horas de presas por apenas minutos de recorrido.
Ahora que la infraestructura ya se logra ver, la pregunta que surge es: ¿cuándo podrán los ticos por fin recorrerla?
Apertura al menos parcial
Un nuevo impulso a Circunvalación llegó en 2014 cuando se aprobó el proyecto para completarla.
Para ello se diseñaron cuatro fases que van de La Uruca al entronque con la Ruta 32 y que siguen ultimando detalles.
El Gobierno anterior convirtió las obras en escenario de varios anuncios y en algún momento se mencionó que desde agosto pasado estarían en funcionamiento. La nueva administración explica que hay aún ajustes pendientes y tentativamente habla de posibles aperturas para el cierre de año.
Primero, hay que solucionar un daño del vandalismo. “Hay un apoyo de una pila de un puente que le habían prendido fuego, que hay que cambiarlo, los ingenieros indican que es preferible no aperturar hasta que no se haya cambiado eso”, indicó el Ministro de Obras Públicas, Luis Amador.
A eso se suman elementos de seguridad en las barreras separadoras. A eso se suma un permiso para recibir las partes listas de la obra, de manera que por fin se abra el paso.
“La intención es poder ‘aperturar’ la Ruta 32 hasta La Uruca esperando que el apoyo llegue a finales de este año. Estaríamos haciendo una apertura parcial pero la Contraloría tiene que colaborarnos en permitir que se haga una recepción de obra parcial”, destaca Amador.
El Observador también consultó a la Oficina de Servicios para Proyectos de la Naciones Unidas (Unops), encargada de la supervisión de las obras, sobre el status de las mismas. Alejandro Rossi, representante de la agencia en el país dio los siguientes datos:
- Entre La Uruca y la intersección de tres niveles de la Ruta 32 ya está concluído (Unidades Funcionales 2B y 3)
- Puente sobre Quebrada Rivera y obras en León XIII están al 90% de avance (Unidad 2A)
- Intercambio de La Uruca está al 90% (Unidad 1)
- Intercambio en la Ruta 32 está al 98% (Unidad 4)
Para este reportaje también se consultó a HSolís, que en consorcio con la constructora Estrella está desarrollando la construcción, pero no emitieron respuesta al cierre de edición.
El verdadero final de Circunvalación
A las cuatro etapas finales se sumaba una quinta donde las obras arrancaron después a falta de presupuesto.
Esta permitiría completar Circunvalación a la altura de Calle Blancos y su finalización quedaría para el primer semestre del 2023.
Ahí hubo una última traba, pues se debía conseguir un terreno para completar la construcción. La solución fue que la Municipalidad de Goicoechea y el MOPT intercambiaran uno en la zona conocida como La Catalina, donde se hará un nuevo parque.
“Con base en eso la empresa ya tiene el camino libre para que pueda continuar. Sin embargo se estima que hacia abril o mayo del próximo año es que pudiera estar la obra ya en una etapa casi de entrega”, dijo el ministro.
Eso sí, el municipio advierte que el trámite aún depende de la Notaría del Estado, que debería tramitar el cambio de terrenos.
Carlos Calderón, presidente del Concejo Municipal, alegó que desde el 6 de octubre se autorizó el intercambio pero que aún esperan la inscripción para evitar reclamos y recursos de amparo para garantizar la posesión de terrenos.
El terreno sería un área de 1.536 m², donde actualmente se ubica maquinaria de las obras. Terminada esa etapa, se haría el traslado al gobierno local.
Para esta obra en general, UNOPS indicó que el grado de avance es del 50%.
“La fecha de finalización del contrato de obra es el 30 de abril de 2023, dado que UNOPS tiene el rol de supervisión del contrato de obra, la temporalidad de su función sigue el plazo del contrato principal, es decir el contrato de obra”, definió Rossi.
