Katherine Ulate A.
Un total de 11 jóvenes fueron contratados por Coca-Cola para laborar en la nueva planta de concentrados de la compañía ubicada en Liberia, Guanacaste. Los jóvenes son graduados de los colegios técnicos profesionales de Cañas y Santa Cruz, así como del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y universidades.
“Estos muchachos ya son parte de nuestro equipo. Algunos de ellos ya tuvieron la oportunidad de viajar a nuestra planta de concentrado en Brasil para conocer todo el proceso de producción y venir a aplicar sus conocimientos a la nueva sede en Liberia”, explicó William Segura, gerente de Asuntos Públicos y Comunicación de Coca-Cola para Centroamérica.
Las primeras cinco personas contratadas estudiaron electrónica industrial, ellos son: Jostin Herrera, Willy Villafuerte, Julio Reyes, Carlos Chaves y Jefferson Rodríguez.
Una buena experiencia
“Haber ingresado a esta empresa significa un paso enorme en mi carrera y vida, ya que marca un antes y un después; estoy orgulloso por haberlo logrado”, dijo Carlos Chaves.
“Y estoy experimentado cosas que jamás creí posibles en tan poco tiempo, estoy realmente feliz por las puertas que se abrieron en mi vida y por el conocimiento y aprendizaje que adquiero cada día en esta empresa”, contó Chaves.
A ellos se les sumaron semanas después Alexandra Bolívar, Andrea Castillo, Denisse Barth, Gabriela Chavarría, Hanna Núñez y Tatiana Araya.
La empresa espera contar con un total de 130 empleados a finales de este año. En este momento trabajan unas 40 personas y se espera intensificar las contrataciones en los próximos meses.
Paola Moncivais, gerente de Recursos Humanos de la planta de concentrado, explicó que las personas interesadas en ser parte de este equipo pueden enviar su Currículo Vitae a la [email protected].
Por último, la compañía espera que la construcción de la planta de concentrado esté lista antes de que termine el año y pueda empezar a exportar desde Liberia en enero del 2020.
Katherine Ulate A.
Mi curiosidad nació en la música, se desarrolló entre palabras y se alimenta de los acontecimientos. Siempre hay algo que decir, algo que escuchar, algo que informar, pero, sobre todo, algo que cuestionar.
