Hermes Solano
Un grupo de 25 estudiantes del Colegio Técnico Profesional 27 de Abril de Santa Cruz, Guanacaste, recibieron una distinción como “Líderes de la Ruralidad” de las Américas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Ellos destacaron por impulsar, desde el centro educativo la producción láctea caprina en sistemas silvopastoriles, desde una perspectiva para la generación de emprendimientos y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y la resiliencia climática en la zona rural.
Los jóvenes, de entre 13 y 17 años, integran el grupo llamado Agro27 – CONAC 4S, y recibieron el premio “Alma de la Ruralidad”, otorgado por el IICA.
Este grupo logró diseñar en menos de dos años, así como implementar y gestionar un módulo silvopastoril-caprino para la promoción y el aprendizaje de la producción de lácteos con enfoque hacia jóvenes y productores de la comunidad.
Los colegiales cuentan con 13 cabras -incluido el macho- con las que producen leche y queso, y han incursionado en pruebas para generar subproductos como yogurt.
“Vendemos la leche en presentaciones de 500 mililitros a 1000 colones y de un litro a 2000 colones, también queso, el kilo en 8000 colones; lo hacemos por redes sociales a personas de la comunidad que nos contactan”, contó Ehyni Rodríguez, integrante de Agro27.
El dinero que recaudan de las ventas, sumado a otros recursos que buscan de manera independiente para sostener el proyecto, lo utilizan en la compra de insumos para la alimentación y el cuido de las cabras, como el concentrado y los envases para la leche.
Para el futuro
Gracias a la experiencia con el grupo estudiantil, varios jóvenes pudieron comprar sus propias cabras con el fin de establecer módulos caprinos, producir en sus hogares y dar capacitaciones a productores de la comunidad.
Otros tienen gallinas para producción de huevos.
Además, algunos jóvenes en su último año de secundaria ya piensan a futuro, pensando en estudiar ingeniería agronómica y veterinaria para seguir ligados a la zona rural y al sector agropecuario.
“Cuando entré al colegio no sabía nada de agropecuaria, me empezó a gustar y ahí fue donde dije ‘esto es para mí, es lo que realmente quiero y pienso estudiar veterinaria”, afirmó Sherilyn González, estudiante de sexto año.
“Significa demasiado para mí, más para mi futuro. Mi pensamiento es tener algo así en casa, es algo muy bonito”, añadió.
