Salud

Costa Rica sin casos de sarampión pero hay 88.000 niños susceptibles a la enfermedad

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que 88.000 niños en Costa Rica no tienen una o las dosis…

Por Mariana Mena

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Costa Rica sin casos de sarampión pero hay 88.000 niños susceptibles a la enfermedad
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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que 88.000 niños en Costa Rica no tienen una o las dosis de la vacuna contra sarampión, rubéola y paperas.

Situación que pone en alerta a las autoridades del país y como medida de protección la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) está realizando una campaña extraordinaria de vacunación.

“Según los análisis que hemos realizado, hay una gran cantidad de niños susceptibles en este momento. Debido a la pandemia, las coberturas de vacunación contra el sarampión bajaron mucho”, resaltó Elvis Delgado, epidemiólogo de la CCSS.

“Lo que hacemos como autoridades, es adelantarnos a que si se da la importación de la enfermedad al país, la población infantil- que es la más vulnerable- tenga protección adecuada”, agregó.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta el 18 de abril se registraron 125 casos en regiones de Estados Unidos.

Mientras que en todo el 2023, se registraron 58 casos en 20 regiones de Estados Unidos.

En Costa Rica se detectó un caso en San Josecito de San Rafael de Heredia en enero. Afortunadamente no se dieron más contagios.

“Durante la pandemia de covid-19 se generaron temores que afectaron la vacunación de rutina. Ahora el mensaje es claro: la pandemia paso y debemos continuar con la educación y los esquemas que han demostrado prevenir enfermedades y salvar vidas”, enfatizó Mary Munive, ministra de Salud.

OBSERVE MÁS: Padres se oponen a vacunar a los niños contra sarampión, rubéola y paperas, señalan autoridades del Gobierno

Vacuna

Justamente las autoridades del Gobierno alertaron que hay muchos padres de familia y encargados que se oponen a que se aplique la dosis de refuerzo.

“A los 4 años en el esquema nacional, se aplica la vacuna contra sarampión y tetravalente. Pero solo esa dosis de la vacuna, no nos asegura que el niño vaya a alcanzar una protección máxima, por eso estamos dando el refuerzo”, señaló Delgado.

“En algunos momentos, se habló de sobredosis y eso no es así. Con esta vacuna lo que se hace es como recordarle al sistema inmunológico que el sarampión sigue circulando y lo que ofrecemos es un escudo de protección”, reiteró.

Desde el 1 de abril inició la jornada de vacunación para niños de 15 meses y hasta menores de 10 años. Costa Rica dispuso de 560.000 dosis de la vacuna para una inversión de $2.131.490,63.

Sin embargo, a 22 días de iniciada la vacunación la cobertura es del 55%.

“Estamos muy preocupados por la baja tasa de vacunación. Tenemos equipos que están en todo el país tratando de proteger a los menores contra estas enfermedades que pueden ser letales”, resaltó Marta Esquivel, presidenta ejecutiva de la CCSS.

Según indicó la CCSS, la campaña se va a extender hasta junio o alcanzar al menos el 95% de la población meta.

(Mariana Mena/ElObservador)

Mitos y verdades

“Como madre nunca le recomendaría algo que no le pusiera a mis hijas, ellas tienen los esquemas completos, Costa Rica es conocida mundialmente por sus altos índices”, comentó Munive.
“Queremos que sepan que es la misma vacuna que se ha aplicado siempre, pero al ver que hay una disminución en las coberturas, tomamos la decisión de realizar esta campaña”, sumó.
El farmacéutico Víctor Abadía, supervisor de Grupo Dökka- farmacias Fischel y La Bomba- desmintió algunos mitos alrededor de las vacunas.
  • Mito: Los efectos secundarios de las vacunas pueden ser peores que el beneficio”

La realidad es que la gravedad de la reacción del cuerpo a las vacunas es menor a las consecuencias que podría acarrear contraer las enfermedades si no se protege.

Por ejemplo con el sarampión, posterior a vacunarse se puede reportar fiebre y algunos pequeños sarpullidos, pero en cambio, contraer este virus puede derivar en tos, dolor de garganta, cuerpo, bronquitis, neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro) y hasta, en caso de complicarse, la muerte.

  • Mito: “Las vacunas contienen ingredientes peligrosos y hasta tóxicos”

El hecho de que algunas vacunas tengan ciertos compuestos químicos puede ser mal interpretado.

Esos compuestos son necesarios para mejorar la respuesta inmunológica de la persona y garantizar su eficacia. Por tal motivo, las vacunas son lanzadas al público después de rigurosos análisis para garantizar la seguridad de quienes las usarán.

  • Mito: “La aplicación de vacunas en simultáneo aumenta el riesgo de efectos secundarios y disminuye la eficacia de ellas”

Esta creencia equivocada es principalmente utilizada para la vacunación de los niños. Recibir vacunas para diferentes motivos trabajará en aspectos distintos del sistema inmune que “no competirán entre sí”, ni tampoco hay pruebas científicas de que generen efectos secundarios nocivos.

  • Mito: “Las vacunas más bien nos generan las enfermedades que queremos prevenir”

Si bien después de vacunarse puede haber efectos como dolor de cabeza, cansancio, entre otros, estos son señal de una respuesta inmunitaria, no de que se le está causando la enfermedad.

Un ejemplo es con el pensamiento de que la vacuna de la gripe causa gripe, cuando en realidad puede estar confundiendo los efectos secundarios, o incluso, existe una variedad de virus respiratorios que tienen algunos síntomas compatibles con la gripe, pero no son gripe.

  • Mito: “La mayoría de las vacunas ya no son necesarias”

Esta creencia se da porque hay una serie de enfermedades poco comunes o de las que no se reportan casos frecuentemente, pero esto no quiere decir que los virus ya no existan.

Es importante recordar que las vacunas no solo protegen a las personas que las reciben, sino que también ayudan a evitar la propagación.

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