Allan Arroyo
Ya no pasan por San José, pero el flujo no se detiene y es constante. Así se resume la situación actual de la ola migratoria en Costa Rica. Dos accidentes de tránsito ocurridos la semana pasada – uno de ellos con tres extranjeros fallecidos – de nuevo puso en evidencia lo que viene pasando desde hace meses.
Miles de migrantes de diferentes nacionalidades – venezolanos, haitianos, brasileños, entre otros – salen de sus países de origen para seguir buscando el “sueño americano” y llegar a Estados Unidos.
Utilizan como puente Centroamérica y lo cruzan por tierra, sin importar las condiciones de riesgo que esto significa, incluyendo la selva del Darién en Panamá, la zona más peligrosa.
Autoridades de esa nación reportaron que este mes de julio terminará con una cifra récord, según la agencia de noticias AFP.
“Hoy (al viernes 21 de julio) sumamos 227,000 migrantes que han pasado por nuestro territorio, este mes (de julio) vamos a rebasar la fecha histórica del año 2022, cuando fueron 248,000 migrantes” que pasaron por el Darién, dijo el ministro panameño de Seguridad, Juan Manuel Pino, a periodistas.
Una mujer camina junto a un cartel de bienvenida en el pueblo de Yaviza, provincia de Darién en Panamá. En este punto la carretera Panamericana se interrumpe e inicia el Tapón de Darién, la ruta migratoria donde más de cincuenta migrantes mueren anualmente en su camino a los Estados Unidos. (AFP)
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De frontera a frontera
Llegando a Costa Rica, desde hace algunos meses, se ideó una estrategia para el traslado de los migrantes desde la frontera sur con Panamá, en Paso Canoas, hasta el cantón de Los Chiles, limítrofe con Nicaragua y el Puesto Tablillas.
Los grupos, de manera controlada y con previo registro de la Dirección de Migración, se reciben y se trasladan directo de un punto a otro, en buses dispuestos para ese fin.
“A través de una coordinación interinstitucional, se ha dispuesto de la autorización de unidades de transporte público para su paso por el país”, explicó Marta Vindas González, Directora General de Migración y Extranjería.
Por días, cerca de 22 unidades realizan esta ruta autorizada. Los pasajes son costeados por los extranjeros.
En la frontera sur, las autoridades adecuaron el Campo Ferial para tener un espacio amplio y adecuado para toda la logística. El Ministerio de Salud supervisó el operativo en mayo anterior y anunció la coordinación para contar con equipo médico y atención humanitaria para estas poblaciones.
En Los Chiles, esa atención la brindan organizaciones internacionales y no gubernamentales, enfocadas en el apoyo a los migrantes y menores de edad.
Datos aportados por la Municipalidad de Los Chiles y la oficina en Costa Rica del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indican que por días cruzan entre 400 y 600 migrantes en este operativo humanitario, pero hubo picos de hasta 1,300 en un solo día. Migración no brindó un dato oficial pese al pedido de este medio.
Llegada de migrantes a Los Chiles se concentra en horas de la noche. (Municipalidad de Los Chiles)
En Los Chiles
En entrevista con El Observador, el alcalde de Los Chiles, Jacobo Guillén, describe su cantón como una zona receptiva y comprensiva a la realidad del migrante, pero no oculta la necesidad de más apoyo y el reto que esta ola representa.
“Hemos sido tolerantes con esta ola de migrantes que ya no son nicaragüenses solamente, y la gente lo ha percibido; un sector sí y entiende la situación humanitaria en la que va esta gente. Otros sí se han quejado y dicen que le damos preferencia a este tipo de personas para ayudarles más en la parte social que a la gente local”, relata Guillén.
El vocero municipal es claro en decir que la gran mayoría de los migrantes no buscan quedarse en Costa Rica. Calcula que un 20% pasa unos días en el cantón para recolectar los cerca de $150 que les cobran en Nicaragua para seguir su paso.
Entre esa espera de horas o días para retomar su camino, las familias duermen en las aceras, parques y cualquier espacio público que les permita resguardarse de las condiciones climáticas.
Guillén advierte que no es posible atribuir a esta situación algún aumento de hechos delictivos, pero sí reconoce que “hay personas ajenas al cantón aprovechándose de estas condiciones”.
Una de las problemáticas, reconoce, es el tráfico de migrantes. “Grupos organizados, que en su mayoría también son nicaragüenses, los llevan hasta la frontera por ‘x’ cantidad de dinero para transitar de ahí, y vamos a situaciones como lo que pasó de un accidente, un carro se fue a un río y se ahogaron tres de estas personas”, agrega el alcalde.
Guillén cuenta que no es la primera vez que ocurren incidentes viales de vehículos ilegales, en malas condiciones y a alta velocidad, que transportan a los extranjeros.
También, comenta sobre los puntos ciegos en la frontera que permiten ese tipo de prácticas y que son “tierra de nadie”.
Migrantes llegan a Los Chiles en buses desde la frontera sur y quedan a la libre para seguir su camino a Nicaragua (Municipalidad de Los Chiles)
Poco recurso
Desde la Municipalidad de Los Chiles hacen el llamado por más presupuesto. “No tenemos un código presupuestario para atender este tipo de situaciones.”
“Lo que hemos hecho es articular como organizaciones internacionales que nos han estado colaborando, pero nada más ellos en cuestiones de taller humanitario”, argumenta.
Por ejemplo, cuando una familia se reconoce que pasa muchos días en las calles del cantón, se coordina con el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para el costo de alquiler, sin embargo, esa opción es limitada.
El alcalde afirma que han hecho propuestas al Gobierno Central para recibir apoyo, pero no tienen eco sus peticiones.
Guillén habla de “unos recursos que los generan los mismos migrantes en el fondo migratorio, es decir que pagan cada migrante que viene a Costa Rica para que les den sus cédulas de residencia o su carnet de trabajo”.
“Hemos dicho que por qué esos recursos no los asignan a las municipalidades que tenemos fronteras y atendemos este tipo de situaciones”, puntualiza.
Drama humano
En la mayoría de los casos, son familias enteras las que siguen cruzando Costa Rica.
Datos de Unicef reflejan que de la cantidad total de migrantes, un 30% son niños, niñas y adolescentes. De ese porcentaje, una mayor proporción son menores de 6 años de edad.
“Vienen en condiciones de mucha deshidratación, vienen con diarreas, picaduras, a veces insolados. Vienen resfriados ya en este período de mucha lluvia”, describe Georgina Zamora, Oficial de Protección a la niñez en Unicef.
Estas familias transitan con lo mínimo de pertenencias por el peso. Usualmente, portan una pequeña tienda de campaña que se vuelve insuficiente para las 3 o 4 personas que conforman el grupo.
Una de las grandes preocupaciones es el impacto psicológico para estos menores por las crudas imágenes y vivencias del recorrido.
“Han visto gente muerta que se ha quedado en el camino, gente que ha sido asaltada. Han habido abusos y violencias sexuales y todo eso, entonces vienen a veces muy ‘choqueados’. Han visto parientes que han muerto o abuelos, abuelas.
“Hemos tenido casos de mujeres embarazadas que han perdido a sus hijos, también niños muy chiquitos, que no aguantan la travesía y terminan también muriendo en el camino, entonces todas estas cosas los niños las van absorbiendo”, describe la experta.
Instituciones de Gobierno y sociales organizan atención de los migrantes. Aquí puesto fronterizo de Paso Canoas (Unicef)
Ola no termina
Unicef, en conjunto con grupos locales como la Asociación de Desarrollo de Los Chiles, y en coordinación con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), lidera la atención de esta población.
Se cuenta con equipo psicológico y actividades para los menores mientras esperan. Además, se entregan kits de higiene, alimentación, educativos, entre otros, sin embargo, se reconoce que es una ayuda limitada.
Por ejemplo, en Los Chiles, el centro comunal solo está habilitado de 8 de la mañana a 4 de la tarde.
Desde esta organización, se reconoce los esfuerzos que hace Costa Rica, pero son conscientes de que es un reto que está lejos de acabar.
“Nosotros creemos que el Estado ha venido de menos a más, involucrándose en tratar de encontrar alternativas de respuesta a esta población. Lo que pasa es que verdaderamente la problemática no es fácil, es como interminable, o sea, usted puede atender a uno si vienen otros”, comenta Zamora.
En diferentes foros internacionales, el presidente, Rodrigo Chaves, y el canciller, Arnoldo André, han hecho el llamado internacional, directamente a Estados Unidos, para más apoyo a Costa Rica en esta materia.
Accidentes y tres fallecidos
La atención se centró en Los Chiles desde la mitad de la semana anterior con dos accidentes en 24 horas.
El primero ocurrió el miércoles y perdieron la vida tres personas de nacionalidad venezolana: José Rodríguez Cova, de 29 años, Juan Pablo Valentino Flores Martínez, de 19, y Josefa Marisol Mendoza, de 49 años.
Las autoridades confirmaron que las víctimas, junto a otras nueve personas, eran transportadas de manera ilegal. El conductor está detenido y descuenta prisión preventiva.
Este domingo, la Dirección de Migración confirmó que la líder de este grupo organizado para el tráfico de migrantes se entregó a la fiscalía. La mujer de apellidos Ochoa Cantillano era buscada desde el sábado.
Ese mismo día, se detuvo a otro miembro de esta organización que transportaba a ocho ecuatorianos, incluyendo tres menores de edad, en un carro no apropiado.
Cruz Roja realizó operativo para rescate de tres cuerpos tras accidente en Los Chiles (Archivo)
El otro incidente vial ocurrió la madrugada del jueves pasado, cuando un autobús autorizado para el tránsito de migrantes se salió de la vía y volcó.
En total, 60 personas estaban a bordo. La Cruz Roja trasladó a un paciente en condición crítica, 10 en condición urgente y nueve estables a centros médicos de la zona. El resto solo requirió atención en el sitio.”
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