Allan Arroyo
Mucha destrucción, tristeza, desolación, impotencia. Esos son algunos de los adjetivos con los que el periodista Héctor Guzmán describe los 100 días que pasó en Ucrania, cubriendo la guerra.
Guzmán es corresponsal para reconocidas cadenas internacionales, como CNN y Univisión, además de agencias de noticias como Reuters. Es colombiano pero radicado y naturalizado en Costa Rica desde hace mucho tiempo.
Fue en marzo 2022 cuando Guzmán decidió viajar para ser testigo en el campo del conflicto bélico que comenzó el 24 de febrero.
En el primer aniversario de la invasión rusa a sus vecinos, el comunicador conversó con El Observador.
No se tiene registro de otra persona radicada en Costa Rica que haya pasado tantos días en zona de combate y que haya sido testigo directo de la guerra, todavía en desarrollo.
“Inocentes que ponen los muertos”
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No tarda en recordar el drama humano que vive Ucrania. “Miles y miles que huyen de su país. Familias destruidas, muchas personas que no conocen nada de sus familiares y que esperaban encontrarlos en los refugios,” son parte de las imágenes desgarradoras.
Guzmán describe que la población inocente pasaba hasta 15 días en los refugios o sótanos, sin comida y sin calefacción, en el inicio de los enfrentamientos. Ucrania es un país de guerra, por lo que los edificios, hoteles y residencias cuentan con sitios oscuros para resguardarse.
Otros habitantes iban perdiendo el miedo a la guerra y algunos más preferían morir, en su intento por escapar y al haber perdido a los suyos y todo lo suyo.
Escenas de muchos fallecidos y destrucción están en su mente. Mucho del material gráfico, en videos y fotos, no los ha podido recuperar por una falla en el disco duro que llevó a Ucrania para realizar su trabajo.
“Una guerra de mercados”
“No me canso de repetir, me asombra la cantidad de dinero en armas,” reflexiona Héctor Guzmán.
Aunque estuvo en el inicio del conflicto, considera que es poco lo que ha cambiado. Es más, en algunas ciudades en las que estuvo es posible que la destrucción se haya intensificado.
Hay zonas que fueron atacadas una, dos o hasta tres veces. El norte de Ucrania, sur de Rusia, por donde ingresaron las tropas, tuvieron intensos combates, de los que él pudo estar cerca.
Aún le asombra recordar escuelas destruidas. Lugares que no parecían una amenaza para Rusia pero que fueron arrasados, sin tener bases o equipo militar. Simplemente para borrarlos, con todo a su paso.
(Cortesía Héctor Guzmán)
Es por esto que Guzmán insiste en que “no se trata de mejorar la vida de nadie.” Para él, los intereses económicos y de poder son los verdaderos motivos de este enfrentamiento.
A esto le suma una fuerte influencia de Estados Unidos y Europa en los países vecinos que incomoda a Rusia, y la, poco conocida, influencia Nazi en Ucrania. Inclusive, la acreditación de prensa que recibió Guzmán, y que conserva, tiene símbolos de ese movimiento.
“Que se destruya todo el pueblo no importa”
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Guzmán cuenta que Ucrania es un país muy barato, pero que en el momento de la guerra que él experimentó no había nada.
“Con un pan delicioso al ser productores de trigo y cereales,” el comunicador recuerda que comía lo que le regalaban en los refugios o en centros de asistencia. Los primeros cinco días los pasó en un hotel esperando la acreditación del gobierno ucraniano para salir a las zonas de combate.
Las primeras veces escuchó las sirenas que alertaban de un riesgo inminente de bombardeos y corrió a ponerse a salvo. Luego se acostumbró y en algunos instantes no acataba la recomendación.
Héctor Guzmán fue corresponsal de guerra en Ucrania para diferentes cadenas de Estados Unidos. (Cortesía Héctor Guzmán)
Con la Cruz Roja Internacional coordinaba el día para poder cumplir con su trabajo como corresponsal. Cuenta que pudo movilizarse por los lugares más afectados, fuera de la capital Kiev, y tener contacto con muchas personas.
En la capital habían muchas restricciones para grabar o tomar fotografías de los soldados y equipos. En los lugares más alejados, se permitía más libertad a la prensa internacional que logró entrar en ese momento, cuando una multitud intentaba salir desesperados de Ucrania.
Guzmán es poco optimista de que pronto se alcance una solución, al reafirmar que la atención de los políticos está en otros intereses y en salir ganadores, no en el pueblo golpeado.
Hector Guzmán ya suma en su amplia carrera periodística conflictos bélicos, como las guerrillas en Colombia o los ataques en Irak, después de los atentados a las torres gemelas.
Las imágenes más fuertes en su memoria son de esa guerra a inicios del milenio, sin embargo de Ucrania se lleva “la brutal destrucción” y el sufrimiento de los inocentes, mientras los gobernantes se enfrentan por poder, recursos, dominio y prestigio.
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