Tomás Gómez
La amenaza de COVID-19 hizo a los costarricenses extremar las medidas de higiene, lo que también ayuda a disminuir casos de diarreas, enfermedades respiratorias y otros problemas infectocontagiosos.
Según el ministro de Salud, Daniel Salas, el lavado constante de manos, el evitar saludarse de mano o de beso y no tocarse la cara ya comienza a reflejarse en el resto de enfermedades.
“Esta debería ser la forma habitual de vivir”, declaró el jerarca este miércoles. Insistió en que una vez levantadas las medidas más estrictas, las normas de limpieza personal deberían seguirse implementando.
Salas agregó que el solo hecho de reducir los saludos físicos en las temporadas de circulación del resto de enfermedades, podría representar un cambio positivo.
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Curva sigue bajando
Aunque en las últimas 24 horas se dio un leve aumento en el número de nuevos casos que venían diagnosticando, la cifra de recuperados sigue siendo mayor que la de contagios diarios.
En total hay 681 diagnósticos, de los cuales seis fallecieron y 180 ya fueron dados de alta.
El promedio de edad de los enfermos es de 37 años. Pero el grupo abarca desde bebés de un año hasta adultos mayores de 87, en su mayoría hombres de nacionalidad costarricense.
Un total de 11 pacientes permanecen hospitalizados, 8 de ellos en cuidados intensivos.
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