Paula Ruiz
Los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios indicaron que analizarán minuciosamente el Presupuesto Ordinario de la República para el ejercicio económico del 2023 por un monto de ¢12,3 billones.
El principal punto que externaron tiene que ver con la partida de inversión social que no tendrá ningún crecimiento para ese año.
“Nos deja sabor de boca que el tema social no se esté abordando con la urgencia que esto implica”, afirmó Pablo Sibaja, diputado de Nueva República que integra este foro legislativo.
Amplió que él tenía borradores sobre el presupuesto donde se refleja que están contabilizando gastos “que no debieran ser”. Sibaja difirió con el Gobierno por no presupuestar nuevas plazas de policías.
“Esto nos preocupa, aún más, sabiendo que el presidente de la República viene llegando de Limón donde recogió la necesidad de ese pueblo y la urgencia de inyectar nuevos policías”, afirmó.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, señaló este jueves en conferencia de prensa que el gasto social no crecerá y así se refleja en los ministerios.
Acosta manifestó que pese a ser conscientes de que las transferencias gubernamentales evitan que las personas caigan en pobreza o pobreza extrema, debe de existir un balance.
En esta misma línea, Eli Feinzaig, legislador del Partido Liberal Progresista apuntó a la necesidad del equilibrio de tal manera que se pueda crecer lo permitido por la regla fiscal.
“De manera que a los ministerios e instituciones les va a tocar buscar la forma de no disminuir los servicios que se prestan a la población y eso implica que tampoco van a poder aumentar el gasto corriente y en salarios y esto es producto de una situación fiscal grave que el país viene viviendo”, enfatizó.
Con una posición más fuerte sobre este tema, estuvo Rodrigo Arias, presidente del Congreso quien señaló que esta situación se debe a la estrechez fiscal.
“Este es un país pobre, estamos en una crisis fiscal enorme, tenemos que procurar que no se salga de control el equilibrio financiero es como una casa, cuando los gastos aprietan y no hay ingresos, hay que ser austero en los gastos y aquí se trata a estar ajustado a un presupuesto nacional”, declaró Arias.
Normas presupuestarias
Por otra parte, Paulina Ramírez, presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios afirmó que se hará una valoración con respecto de las normas presupuestarias contenidas en anteriores presupuestos que evitaron gastos e incrementos en partidas como plazas.
“Debemos valorar y definirlo en el seno de la comisión, cuales normas van a permanecer, pero es importante que las normas tienen como objetivo crear la disciplina fiscal que pueda tener mayor control de gasto, en un momento en que nos encontramos ante crisis y falta de sostenibilidad fiscal, es necesario contar con normas”, adelantó la liberacionista.
Acosta hizo un llamado a replantear las normas ya que por ejemplo, en el Ministerio de Hacienda están laborando con 250 funcionarios menos porque no han podido crear nuevas plazas.
Con respecto a la regla fiscal, el jerarca de Hacienda garantizó el cumplimiento de la misma en este presupuesto.
Eso sí, afirmó que la interpretación de la regla fiscal es la indicada en el Decreto Ejecutivo de junio anterior y no como la cataloga la Contraloría General de la República (CGR).
Con anterioridad al decreto, la regla se verificaba comparando el gasto realmente ejecutado en un año, con la ejecución del año anterior sin embargo, el Gobierno de Rodrigo Chaves estableció que debe ser por lo presupuestado.
El presupuesto del 2023
El primer presupuesto presentado en la actual administración será financiado en un 40,9% con endeudamiento y 59,1% con ingresos vía impuestos.
De manera detallada, el presupuesto se financiará de la siguiente manera:
- ¢5 billones (aproximadamente) con deuda.
- ¢7,3 billones (aproximadamente) con ingresos tributarios.
Acosta detalló que el principal rubro de este presupuesto tiene que ver con el pago de la deuda, seguido de remuneraciones y transferencias como las tres principales.
Las amortizaciones de la deuda rondarán este año los ¢3 billones. Este fue el principal componente de crecimiento del presupuesto: aumentó en un 17%.
En total, el servicio de la deuda representa un 46,7% del total de lo presupuestado.
Por otra parte, además de dicho rubro, cuya partida es de ¢5,7 billones, el segundo que más consume es el Ministerio de Educación por ¢2,5 billones, seguido de regímenes de pensiones por ¢1,1 billones, el Ministerio de Trabajo con ¢583.000 millones y ¢484.000 del Poder Judicial.
El Congreso tiene hasta el 27 de noviembre para aprobar este presupuesto en primer debate. Mientras, el 29 de ese mismo mes, es la fecha límite para su segundo debate.
El Presupuesto Ordinario para el 2023 fue presentado esta tarde.
