Hermes Solano
A las 11:15 a.m. de este 14 de diciembre el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias levantó la sesión del Plenario, la última del 2023.
Los diputados se van a vacaciones por fin de año y regresarán a sus labores el 8 de enero de 2024.
¿Cómo califican lo hecho este año?
Algunos legisladores, jefes de fracción, se animaron a ponerle nota a lo realizado en los últimos 12 meses, considerando que estaría entre 5 y 7, de un máximo de 10.
“Le daría un 7; debería ser un 10, pero por los problemas externos de comunicación con el Ejecutivo es que no le doy la nota máxima”, consideró Alejandro Pacheco, jefe de bancada del PUSC.
Por su parte, Óscar Izquierdo del PLN y Eli Feinzaig del Liberal Progresista dudaron un poco sobre la nota a darle al trabajo realizado.
“No podemos evaluar a la Asamblea como uno solo, forma parte de un contexto con el Ejecutivo, que considero no ha cumplido su tarea y si tengo que ponerle una calificación sería un 7,5”, afirmó el liberacionista.
“Qué difícil, no tengo un número, le pondría entre un 6 y un 7. Hemos hecho una defensa importante de la democracia, un poco en respuesta a estos afanes guerreristas del presidente de la República”, dijo por su parte Feinzaig.
La calificación más baja la puso la oficialista Pilar Cisneros.
“Para mí pudo haber sido mucho mejor y lo que más me frustra es que cundo queremos podemos, el problema es que hay muy pocos proyectos de encuentro. Le pondría un 5 de 10”, mencionó la legisladora.
Complicado
Los legisladores no dudaron en indicar que el 2023 ha sido complicado por muchos factores, uno de los principales es la relación que se ha tenido con el Poder Ejecutivo y los constantes ataques del presidente Rodrigo Chaves.
“La Asamblea Legislativa ha tenido un proceso difícil, que no ha sido usual otros años, con un Ejecutivo bastante complicado”, analizó Izquierdo.
“Ha sido un año complicado, es una realidad, pero creo que se ha hecho el esfuerzo y eso se ve en la gran cantidad de proyectos presentados y que se han aprobado”, añadió.
Para Feinzaig, su gran preocupación es que no se avanzó en reformas importantes que beneficien al país, creyendo que es el enfoque que deberían tener desde las curules y con el apoyo del Gobierno.
“Se ha perdido el apetito en la Asamblea por avanzar en grandes reformas y eso me preocupa mucho porque el país tiene que avanzar”, indicó el jefe liberal.
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De relevancia
Los diputados consideraron que hubo aprobaciones importantes a lo largo del año, entre ellos el de la rebaja al marchamo, la ley para sacar a Costa Rica de la lista negra de la Unión Europea e incluso el que el Organismo de Investigación Judicial quedara exento de pagar el Impuesto al Valor Agregado.
“Se pudo haber aprobado más cosas en la mitad del año con las sesiones extraordinarias”, señaló el socialcristiano Pacheco.
Ese mismo criterio emitió Sofía Guillén, jefa de fracción del Frente Amplio.
“En ordinarias logramos avanzar en muchas cosas, principalmente en materia de seguridad, donde se ha logrado un balance donde todas las fracciones se unieron para poder avanzar”, analizó la diputada.
“Luego están la extraordinarias, donde hemos sido mucho menos productivos, ya que no depende de nosotros”, añadió, cuestionando lo que pasó este año.
En las sesiones dominadas por el Gobierno, de mayo a julio, se dedicaron exclusivamente al proyecto de jornadas 4-3, que finalmente fue desechado por la Sala Constitucional.
Los diputados dijeron adiós a su año y ahora regresarán el 8 de enero a cerrar las sesiones extraordinarias y enfilarse a un período donde buscarán generar soluciones a la crisis de inseguridad del país.
