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Documental de Netflix retrata supuestos abusos a menores en Costa Rica y EE.UU.

El documental apunta a que en el campamento en Costa Rica (llamada Dundee Ranch) también se habrían cometido “abusos”.

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Documental de Netflix retrata supuestos abusos a menores en Costa Rica y EE.UU.
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Un documental de Netflix retrata lo que habrían abusos y maltratos a menores estadounidenses academias en Estados Unidos y campamentos realizados en Costa Rica.

Se trata de El Programa que investiga y devela las numerosas denuncias planteadas contra los responsables de la academias mormonas Ivy Ridge y Carolina Springs.

Sin embargo, tanto los centros como los campamentos no están afiliados a la iglesia mormona.

Uno de los que estuvo a la cabeza de este proyecto es Narvin Lichfield.

Él se “benefició del maltrato de adolescentes enviados a sus campamentos entre 1998 y 2009”, según informó la prensa británica en su reseña de este documental.

Aunque la Dirección de Migración y Extranjería no registra ingresos al país de Narvin, sí los tiene de su hermano mayor Robert.

De hecho, este último es quien fundó Ivy Ridge para atender “a adolescentes problemáticos” y cuya ola de situaciones comprometedoras habría llegado hasta Costa Rica.

La otra academia la creó Narvin, quien en redes sociales aparece con el nombre de Marvin.

Los ingresos de Robert al país se dieron años después de los cierres de los escuelas: 2018 y 2020. En ambos viajes estuvo menos de seis días en cada uno.

Lo que retrata el documental de Netflix

Narvin, de 63 años, ha negado toda implicación en los presuntos abusos contra menores de edad. Incluso, se desligó de cualquier nexo con Ivy Rodge, que cobraba $4.000 al mes por cada estudiante.

En el trabajo de Netflix a él se le describe como el “eslabón débil” de la familia al tiempo que se burla de su personalidad.

Su propio hijo, Nathaniel, incluso le llama “gilipollas”.

En un mensaje publicado en Facebook afirmó que sus campamentos “solo hacían el bien” a los adolescentes. Además dijo que las acusaciones de quienes aparecen en el audiovisual son una especie de “venganza” en su contra.

Pero dos mujeres que acudieron a Carolina Springs Academy (CSA) negaron que sus señalamientos sean una “venganza”.

Krista Belcher, que se matriculó en CSA en 2001, a la edad de 12 años, afirmó que la vida allí era “tan mala” como en Ivy Ridge, que ha sido acusada de tratar a los niños “como prisioneros”.

(Redes sociales de Krista Belcher, una de las que alega haber sufrido abusos en una de las academias).

“Era horrible”, expresó Krista Belcher, quien a CSA en el 2001 a la edad de 12 años. “Las normas, las correcciones, los seminarios, el silencio, el aislamiento”, apuntó.

Ella reconoció que a raíz del régimen “de mal” que se vivía allí que hasta tuvo pensamientos suicidas. Aún lucha contra el trauma causado en la institución.

Uno de los episodios que relató fue cuando la enviaron a un confinamiento en solitario y la obligaron a sentarse en una caja de madera blanca de 8×8 con las manos a la espalda.

El nexo con Costa Rica: los presuntos abusos

La gran cantidad de aparentes irregularidades del complejo de Narvin, en Carolina del Sur, desembocó en la cancelación de la licencia en el 2009 para seguir operando.

El documental apunta a que en el campamento en Costa Rica (llamada Dundee Ranch) también se habrían cometido “abusos”.

Ese mismo año las autoridades costarricenses cerraron Dundee Ranch, un complejo ubicado en La Ceiba de Cascajal, a 10 kilómetros al oeste de Orotina, en Alajuela.

Por este caso Narvin fue detenido en Estados Unidos, pero posteriormente quedó libre de cargos.

Nuevamente, echando mano de Facebook, dijo que fue “falsamente acusado” en el 2003 y, posteriormente, declarado inocente. Esto de las acusaciones de abuso aparentemente cometidos en su centro en Costa Rica.

“Que yo sepa esta es la única acusación legal dirigida contra mi persona por parte de un estudiante”, afirmó.

Y añadió enfilando los dardos contra su hijo: “En cuanto al documental de Netflix en el que se utiliza a mi propio hijo Nathan, del que estoy separado, para afirmar que de alguna manera he abusado de los niños a mi cargo, yo le haría al documental de Netflix las siguientes preguntas… ¿han investigado o investigado los antecedentes de mi hijo Nathan? ¿es usted consciente de que está en plena discapacidad por problemas de salud mental?