Hermes Solano
Por Hemes Solano, enviado especial a Catar
El mercado tradicional en Doha, Catar, conocido como Souq Waqif data del siglo XX, pero tuvo una renovación en 2006.
Ahí encierra y reúne todo un cúmulo de costumbres y tradicionales cataríes. En el lugar se venden prendas tradicionales, especias, artesanías y recuerdos. También alberga restaurantes.
Ahora, en la Copa del Mundo, se convirtió en uno de los sitios de reunión de las aficiones que viajaron a Catar para apoyar a sus respectivas selecciones.
El Observador hizo un recorrido este lunes por el mercado y se topó con una gran cantidad de personas, locales y extranjeros disfrutando de todo lo que ofrecían.
Mexicanos, argentinos, tunecinos, senegaleses, neerlandeses, iraníes y demás caminaban, comían, compraban y le ponían ambiente y color al Mundial.
Más allá de lo que pase en el terreno de juego en cada uno de los 64 partidos, lo que se ve en las calles deja en claro que el fútbol mueve pasiones en cualquier parte del mundo.
El mercado, junto al Fan Fest, son los dos sitios que más reúnen a las fanaticadas, que llegan bien representadas con sus camisas, banderas y cualquier otro distintivo, para hacerse notar.
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¿Y la ropa?
Mucho se ha dicho sobre las prohibiciones en Catar, principalmente para las mujeres, en el tema de la vestimenta.
Sin embargo, por las calles de la ciudad ellas andan en vestidos cortos, shorts, con blusas de tirantes y hasta con licras apretadas sin ningún problema.
Lo mismo pasa con los hombres que usan pantaloneta o short por arriba de la rodilla.
Eso sí, en caso de querer entrar a museos o lugares sagrados, no lo podrán hacer.
Lo cierto es que Doha está viviendo el Mundial y se está llenado de color con la presencia de miles de aficionados de todo el mundo.
