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El sueño americano se encuentra con la muerte en la selva del Darién

En la primera mitad de este año las autoridades panameñas recuperaron 27 cuerpos de la selva del Darién. El año pasado la cifra fue de 80.

Por Hermes Solano

Tiempo de Lectura: 3 minutos
El sueño americano se encuentra con la muerte en la selva del Darién
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(Tapón del Darién). “Vi como a una familia se la llevó el río y eso no se lo deseo a nadie”. Así relató a este medio Ana Córdoba, una mujer venezolana, su traumante experiencia cruzando la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.

Ella y miles de personas más emprenden la peligrosa ruta con un único objetivo: llegar a los Estados Unidos y mejorar su condición de vida.

Con su hijo de tres años y su padre, un adulto mayor, esta mujer tardó cinco días en cruzar el peligroso territorio, donde vio como el río se llevó a varias personas, pero también como en el trayecto muchos perdieron la batalla.

Es un camino de muerte, que dependiendo de las condiciones climáticas puede ponerse o más fácil o muy difícil.

“Muchas cosas feas. Pasé cinco días y es horrible. El río es muy peligroso, las montañas también”, recordó la mujer, quien logró cruzar, pero quedó marcada de por vida.

¿Qué se encuentran en la selva?

En el lugar donde llegan los migrantes en pangas hay un rótulo que avisa que el Darién no es una ruta, es una selva, donde hay serpientes peligrosas, terreno blando y ríos con grandes caudales.

Lo que no dice es que hay cuerpos inertes, familias, niños incluidos, sin vida. Las razones del deceso pueden ser muchas. En la primera mitad de este año las autoridades panameñas recuperaron 27 cuerpos. El año pasado la cifra fue de 80.

“Ahí hay muertos, esqueletos. Vi una señora ahogándose. Ahí lo que se ve es muerte por todo lado”, contó otro venezolano, de nombre Donling Font a un equipo de El Observador, que visitó la zona el viernes.

Él cruzó con su esposa, tres hijos, suegros y cuñados. Tardó cinco días para llegar al albergue.

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 Un equipo de El Observador estuvo en esta peligrosa selva, donde miles y miles de migrantes cruzan con un solo deseo: llegar a Estados Unidos (Fotos Hermes Solano).

Dentro de las carpas

Font casi pierde a uno de sus hijos, quien fue arrastrado por la corriente de un río, aunque finalmente logró rescatarlo. Lo que sí perdió fueron sus papeles, la comida que llevaban y también el dinero.

El hombre y su familia estuvieron dos días sin comer. Esa es una de las razones de muerte de muchas personas, ya que se quedan sin alimentos y no soportan el entorno.

Este venezolano contó que en medio de su desesperación, vio una carpa abandonada y fue por ella para refugiar a los suyos. Su sorpresa fue mayúscula al encontrar una familia ahí sin vida.

“Se mueren dentro de las carpas. Fui a revisar una y cuando la moví, vi una señora con dos niños muertos”, contó.

Aunque ellos cruzaron la selva, no recomiendan hacerlo. Ese es el principal mensaje que le dejan a aquellos que están pensando hacerlo. Aseguran que no es para todos, porque el trauma de lo que se vive ahí adentro puede ser total.

“Pudimos observar personas que perdieron la vida, por varias razones. El terreno es hostil, el río cuando crece trae piedras y palos…”, contó Jonathan González, otro venezolano que decidió emprender el sueño americano con su esposa e hijas.

Vale la pena

Más allá de las dificultades y de lo que vivieron, ellos lograron salir con vida y seguir su camino hacia los Estados Unidos, con la esperanza de un futuro mejor para sus hijos.

Por eso, consideran que lo que están haciendo vale y valdrá la pena.

“Sí va a valer la pena, porque depende de cada persona como se maneja y surge”, contó Julio Herrera, un joven colombiano que tiene claro su deseo de llegar a Estados Unidos a trabajar.

Herrera le dijo a El Observador que a él le contaron sobre la travesía y lo convencieron de hacerla, teniendo claro que busca una mejor vida para su familia.

“Le pintan algo de un color, pero la realidad es otra. Es durísimo”, señaló, esperando su traslado a Costa Rica, una escala más para los miles de migrantes que buscan completar el llamado sueño americano.

Entre enero y setiembre, Panamá ha recibido alrededor de 390.000 migrantes, según los registros de las autoridades de este país, de los cuáles, el 60% son venezolanos.

Foto Hermes Solano