Tomás Gómez
A las 8 a.m. Liberación Nacional dio el banderazo de salida para una jornada de 10 horas, que busca renovar estructuras y definirá su papeleta para el 2022.
La convención de este año es atípica y la pandemia forzó a desplegar esfuerzos adicionales para prevenir contagios en el evento.
Estas son algunas de las incidencias que se van reportando.
Cartago: ¿fila para votar o vacunarse?
Muy temprano dos filas se iban formando cerca de la Iglesia María Auxiliadora en Cartago.
En una esperaban su turno quienes serán vacunados contra el covid-19 en el Centro Cívico local. En otra, los liberacionistas que madrugaron esperaban entrar a la Escuela Rafael Hernández, en la acera del frente.
A dos kilómetros de ahí el Colegio Vicente Lachner, cerca de la Basílica, esperaba al resto de votantes de la Vieja Metrópoli.
En ese punto los ingresos estaban más restringidos. La fila se formó rápido y ocupó parte de la ciclovía.
En Oreamuno, por su parte, la votación arrancó sin contratiempos.
Quienes salieron en bicicleta este domingo en Cartago se toparon con la ciclovía ocupada por votantes que esperan su turno de ingreso al centros de votación (Tomás Gómez /El Observador)
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Filas y más filas
Otros dos centros de votación en Cartago, la escuela Ricardo Jiménez en Tejar de El Guarco y la Carlos Peralta en Guadalupe, presentaban filas para votar.
“Estoy bastante sorprendido porque a pesar de lo que se vive actualmente se ha visto una afluencia interesante para votar. Se ve bonito”, dijo Josué Hernández, quien estaba pidiendo votos para la papeleta distrital en El Guarco.
Eso sí, el hecho de que se presente tanta gente hace que la votación sea un poco más lenta debido a los protocolos que se deben de seguir.
Por ejemplo, en la escuela de Guadalupe, hay una persona cuidando el portón y debe recibir de adentro la autorización para que la gente ingrese al centro de votación.
Donde también se formaron filas fue en la escuela República Dominicana, en San Francisco de Dos Ríos.
Ahí las filas se daban fueron del centro, a la espera de que se les permitiera el ingreso.
Lo mismo sucedió en la escuela Porfirio Brenes de Moravia. Tras un recorrido de un equipo de El Observador se observaron filas de hasta 200 metros de personas esperando su turno para emitir el voto.
Así lucía la escuela Ricardo Jiménez Oreamuno en Tejar de El Guarco.
En la escuela Carlos Peralta de Guadalupe de Cartago también hubo filas para votar.
La gente tenía que esperar afuera de la escuela República Dominicana, en San Francisco de Dos Ríos.
Escuela Miguel Obregón Lizano, en Tibás. (Juan Pablo Arias/El Observador)
Escuela Estados Unidos de América, San Joaquín de Flores. (David Víquez/El Observador)
Les tocó esperar
Las filas en varios de los centros de votación hizo que algunos de los precandidatos les tocara hacerla y esperar su turno para ejercer su voto.
A Claudio Alpízar en la escuela Miguel Obregón de Tibás y a Roberto Thompson en el Instituto de Alajuela les tocó hacer la fila.
Incluso la expresidenta Laura Chinchilla no pudo entrar directamente a la junta receptora de votos.
La cantidad de gente en los centros está sorprendiendo a los propios liberacionistas, que esperaban menos gente que hace 4 años cuando participaron 430.000 personas.
Las restricciones sanitarios por el covid-19 y la vehicular generaban una expectativa a la baja, aunque en este momento mucha gente se decidió por acercarse a las urnas.
Mucha gente salió a votar en la mañana en el Instituto de Alajuela.
Cumplir protocolos
Los protocolos sanitarios a seguir en esta jornada electoral son estrictos. En la mayoría de centros de votación o en muchos de ellos hay personas encargadas de vigilar que se cumplan.
Identificados con una gorra que dice “Brigada”, les toca hacer cumplir el protocolo, que indica lavado de manos antes de ingresar al centro de votación.
“Lavado de manos, aforo, que mantengan la distancia, que usen la mascarilla de forma correcta…”, dijo Jason Retana, encargado de la Brigada en la escuela Carlos Peralta en Guadalupe de Cartago.
En ese centro de votación se tienen cinco mesas abiertas y se permite un máximo de ocho personas en la fila por cada uno de ellos.
Con gorra blanca se identifica la Brigada que vigila los protocolos sanitarios en los centros de votación.
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Todo normal
Sobre el arranque del proceso electoral verdiblanco, Kattia Rivera, presidenta de la agrupación, reseñó que se presentaron algunos atrasos normales en la apertura de algunos centros de votación.
“Bastantes filas en los centros de votación. Nos ha impresionado y por dicha la gente quiso salir a votar desde muy temprano y cumpliendo los protocolos, por eso es por lo que ha convertido en un poco lento”, afirmó Rivera.
Al preguntarle sobre los atrasos en la apertura de los centros de votación indicó que en algunos casos faltó que llegara el delegado covid o que no se había realizado la limpieza previa del centro.
En general, aseveró que el proceso está normal en los 920 centros de votación establecidos a nivel nacional.
Esperar en el semáforo y votos que quedan “para después”
Pasado el medio día la afluencia de votantes era constante a ambos lados de la capital.
En la Escuela Josefita Jurado de Curridabat, por ejemplo, había fila tanto dentro como fuera del centro de votación.
La línea de votantes comenzó a incrementarse y chocaba con quienes cruzaban la calle, por lo que se debieó reacomodarla y llegó hasta el parqueo del centro comercial Momentum.
Al oeste, por su parte, cientos de personas esperaban su turno de votar en escuelas o centros de votación improvisados. Tal fue el caso de los vecinos de Pavas a quienes les tocó votar las bodegas de la Distribuidora Santa Bárbara.
Clientes del centro comercial y la fila de votantes se confundían ante la lentitud con que avanzaba la votación en la Escuela Josefita Jurado en Sánchez de Curridabat (Tomás Gómez/El Observador)
Aunque en la mayoría de lugares se vota en las escuelas, los vecinos de Pavas deben asistir a una bodega que hoy funge como centro educativo (Sergio Arce/El Observador)
La Escuela Yanuario Quesada de Escazú repitió el escenario: una larga fila de votantes se hizo presente (El Observador)
Al sur de San José la situación no era diferente.
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San Sebastián y sobre todo Desamparados acumulaban cientos de metros de fila a la espera de poder votar.
La Escuela Joaquín García Monge en Desamparados se vio rodeada por las filas de votantes (Kryssia Morris/El Observador)
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