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Fotoenvejecimiento digital

Dermatóloga Dra Dinora Ochy para El Observador Nuevos conocimientos dermatológicos han dado lugar al concepto “Fotoenvejecimiento digital”. Es conocido como…

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Fotoenvejecimiento digital
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Dermatóloga Dra Dinora Ochy para El Observador

Nuevos conocimientos dermatológicos han dado lugar al concepto “Fotoenvejecimiento digital”. Es conocido como el envejecimiento producido por el uso de dispositivos digitales, muy utilizados en esta última época de pandemia.

Aquí el trabajo es a través de un computador en el modo teletrabajo y las nuevas modalidades de clases virtuales, que son cambios que llegaron para quedarse.

Existe evidencia científica en la actualidad de los efectos negativos de la luz de estos dispositivos dados por la llamada luz visible. Esta es provocada por estos sobre la piel y los ojos, siendo el principal mecanismo de radiación.

A nivel de la piel, esto puede provocar efectos secundarios no deseados como:

  • Inflamación
  • Alteración de la función barrera cutánea
  • Daño en el ADN
  • Aumento de la pigmentación. Esto ocurre especialmente en fototipos altos (pieles oscuras) o en pieles irritadas/agredidas

¿Cómo se puede prevenir el daño provocado por la luz visible o luz azul de los dispositivos electrónicos en el Fotoenvejecimiento Digital?

Además de exponerse menos tiempo a la luz artificial de los dispositivos como primera medida entre lo posible, es importante agregarle a este cuidado el uso de fotoprotectores que puedan llegar a reducir considerablemente la dosis de luz azul que llega a nuestra piel.

¿Cómo escoger este fotoprotector contra fotoenvejecimiento digital?

Estos fotoprotectores deben contener filtros minerales como:

  • Óxido de zinc
  • Dióxido de titanio no micronizados

Sin embargo tienden a no agradar al colocarlo por el efecto de dejar la piel blanca y por esta razón los fabricantes muchas veces los micronizan para hacerlos cosméticamente mas agradables, perdiendo así su capacidad de proteger frente a la luz visible.

Para solucionar ese color blanco indeseado, los fabricantes les añaden tonos de color o pigmentos y  de esa forma sí son capaces de disminuir el daño producido por este tipo de radiación.

Otra recomendación importante es que el fotoprotector contenga en la etiqueta de  la formulación algún antioxidante, para contrarrestar el estrés oxidativo que sufre la piel con la exposición a la radiación.

Finalmente, la luz artificial (ordenadores, bombillas, tablets, móviles) tiene capacidad de producir ciertos efectos en nuestra piel. Pero esta capacidad es muy baja en comparación con la exposición habitual que tenemos al Sol.

Pero esta razón no quiere decir que no debamos protegernos correctamente, incluso dentro de casa. En especial si tenemos enfermedades de la piel como el melasma u otros trastornos de la pigmentación. O si también nos hemos realizado algún procedimiento médico/estético que haya fragilizado nuestra piel, porque aumenta el riesgo de pigmentación postinflamatoria es necesario los fotoprotectores.

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