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Banco Central da empujón a reactivación económica que posterga el Gobierno

El Poder Ejecutivo dejó en manos del Banco Central la tarea de iniciar la reactivación económica. La reducción de la…

Por Juan Pablo Arias

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Banco Central da empujón a reactivación económica que posterga el Gobierno
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El Poder Ejecutivo dejó en manos del Banco Central la tarea de iniciar la reactivación económica. La reducción de la tasa de política monetaria (TPM) que aprobó el Banco Central, es la primera medida que daría un empujón clave a la reactivación que pretende el Gobierno.

En su sesión del martes, la junta directiva de la Autoridad Monetaria acordó la reducción en 25 puntos base de la tasa directriz hasta 4,75%. En el mediano, esto plazo ayudará a liberar recursos y, eventualmente, reducir el costo de los préstamos.

Esta rebaja, tendrá un impacto sobre el resto de las tasas de interés del mercado, sobre todas las pasivas, que poco a poco irán ajustándose. Las tasas pasivas son las de captación, es decir, aquellas que se pagan por ahorrar.

Esto lleva a que el ahorro se vuelva menos atractivo y tanto familias como empresas se animen a utilizar los recursos en consumo o inversión, lo que genera reactivación de la economía.

La reducción de intereses también impacta a las tasas activas (las de los préstamos), lo que podría conducir a un abaratamiento del crédito. 

“Si la TPM baja, provocará que también disminuya la tasa pasiva del sistema financiero y eso se traduce en un alivio para las personas que tiene prestamos en colones”, explicó el economista Leiner Vargas, catedrático de la Universidad Nacional (UNA).

¿Otro empujón a la vista?

En la última semana, Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central ha reconocido que la entidad también evalúa si es necesaria o conveniente una reducción del encaje mínimo legal. 

Se trata de un porcentaje de una reserva de dinero proporcional al monto total de las obligaciones (depósitos y captaciones) que mantienen los intermediarios financieros en el Banco Central, en forma de depósitos en cuenta corriente. Actualmente es de un 15% para ambas monedas: dólares y colones.

Así las cosas, el encaje es un instrumento de control monetario que tiene un costo para las entidades financieras y que influye de manera importante en las tasas de interés. Si llega a reducirse, incidirá también sobre el crédito y el consumo.

“Conforme se reduzca el encaje mínimo legal vamos a tener más dinero en la economía. Porque los bancos pueden expandir sus procesos de crédito, dado que ya no tendrían que hacer un depósito obligatorio en el Banco Central.  Si bajase, habría un efecto de expansión en la cantidad de dinero que hay en el mercado financiero y eso debería provocar una mayor disponibilidad de crédito”, comentó Vargas.

Más dinero disponible en el sistema financiero también lleva a menores tasas de interés.

“Esto motivaría a algunas empresas y algunos consumidores a tomar decisiones de largo plazo que reactiven la economía. Habría que ver qué tan tímida o fuerte es la medida. Si es tímida el efecto sería relativamente pequeño, pero si es sustantiva tendría un efecto importante en la dinámica del segundo semestre”, agregó el economista de la UNA.

En opinión del especialista, para una economía que crece poco y que se verá afectada por la reforma fiscal, la combinación de ambas medidas sería como una medida paliativa para compensar el ajuste fiscal que habrá en el segundo semestre y el efecto que tendría sobre la liquidez de las empresas.

“Las medidas alivianarían las cargas de los consumidores en el segundo semestre, lo cual es buena noticia para las personas en pobreza o desempleo” añadió.

Con esta opinión coincidió el economista Daniel Suchar, catedrático de la Universidad Latina. “El tema de la TPM y bajar el encaje es una estrategia que permite incentivar los créditos en colones. Con un encaje alto, no hay tanto dinero para prestar y encarece los créditos. Al bajar estas dos variables se le daría oxígeno al crédito y se podría prestar más”, comentó.

Banco Central (Marco Marín/El Observador)

Posición impasible

Para el economista Gerardo Corrales, el Banco Central ha tomado una posición pasiva frente a la coyuntura de bajo crecimiento económico y no ha adoptado medidas alternativas para facilitar una reactivación. 

“El Banco Central se enfoca solamente en las metas de inflación y no se ha involucrado activamente en todos los cambios urgentes coyunturales con medidas heterodoxas (atípicas), como si lo hizo la Reserva Federal en Estados Unidos y el Banco Central Europeo”, comentó.

Otras de las tareas que en su opinión están pendientes son el proyecto de ley del Seguro de Depósitos y la supervisión consolidada, así como medidas de supervisión que promuevan la reactivación. 

“Ni el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero ni la Superintendencia General de Entidades Financieras han tomado un acuerdo para flexibilizar la normativa crediticia temporalmente por la coyuntura que se está viviendo”, dijo.

Tanto el Consejo como la Superintendencia son entes desconcentrados del Banco Central. 

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