Tomás Gómez
Han pasado dos décadas desde el sábado 7 de julio del 2oo1, cuando meses de amenazas contra el periodista Parmenio Medina se tradujeron en su asesinato.
Ese día Medina grabó la última edición de su programa “La Patada”, lo llevó a la radio y almorzó con amigos. Tres balazos lo sorprendieron a pocos metros de llegar a su casa, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia.
Con heridas en el rostro y otra en el torso, el locutor fue trasladado de emergencia al Hospital Calderón Guardia.
Ingresó al centro médico con los signos vitales débiles y fue cuestión de minutos para que se le declarara fallecido.
La realidad de los periodistas asesinados, usual en otros países latinoamericanos, registró ese día un capítulo en la historia costarricense.
La voz colombiana que entretuvo a los ticos
Parmenio Medina Pérez llegó a la radio costarricense procedente de su natal Colombia. Nació específicamente en Antioquia, en 1939.
En los medios costarricenses arrancó como periodista deportivo, enfocado en el ciclismo, hasta que dio paso al periodismo de investigación y denuncia.
Su trabajo lo divulgaba, de paso, con una dosis de humor, todo ello combinado en el formato “La Patada”, transmitido los domingos por la mañana.
Fueron diversos los blancos de su lupa: competencias deportivas, importaciones y finalmente los manejos de Radio María de Guadalupe, una emisora de corte religioso que revolucionaba la actividad social del país.
Ese fue el tema de sus últimos meses, cuando cuestionaba de manera constante las actividades de la radioemisora y su manejo de fondos.
La polémica fue calentando y en los meses previos a la muerte de Medina, su casa fue baleada, llegaron amenazas telefónicas y “La Patada” sacada del aire, hasta que un voto de la Sala IV permitió su reinstalación.
Largo proceso judicial
En medio de la creciente tensión, Parmenio Medina pasó varios meses con acompañamiento policial, hasta que el 5 de junio del 2001 renunció a la escolta. Fue cuestión de días para que su asesinato se consumara.
Dos años en total fueron necesarios para llegar a la sentencia en la que se declaró al empresario Omar Chaves como autor intelectual del asesinato. Como encargado material, por su parte, se condenó a Luis Alberto Aguirre Jaime, conocido como “El Indio”.
Al exsacerdote Minor Calvo, cara visible de Radio María, finalmente también se le condenó, pero por el delito de estafa.
(AFP) 
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A pocos días del asesinato de Parmenio Medina, una marcha recorrió San José en su honor (AFP)
