Paula Ruiz
Las injurias, calumnias y difamación, pasarían de ser un delito penal a un delito civil, luego de que los diputados de la Comisión de Asuntos Jurídicos, dictaminó un proyecto de ley para este fin.
Se trata del expediente 22.406 que había sido presentado en la legislatura pasada.
Gloria Navas, legisladora de Nueva República, justificó su voto por cuanto la víctima usualmente busca una retractación o bien, se termina otorgando una compensación económica.
“Por lo general, las penas, la sanción por estos delitos, son sancionados con multas básicamente, no con grandes sanciones porque la pretensión generalmente ha sido el cobro de daños y perjuicios si alguien insulta a una persona o hace afirmaciones falsas, difama, la recuperación o la compensación para la víctima siempre es un tema económico”, dijo la congresista.
De acuerdo con Navas, se trata de un delito de acción privada sin la intervención del Ministerio Público por lo cual “sacarlo de la vía penal es de sabios”.
Por su parte, Jorge Dengo, diputado liberal que preside el foro, señaló que aunque si bien está a favor de la iniciativa, presentará mociones luego de las observaciones realizadas por la jueza Rosaura Chinchilla.
“Doña Rosaura nos ha hecho llegar consideraciones para mejorar el texto que estaremos socializando con los miembros de esta Comisión para que todos sepan lo que vamos a mejorar”, reconoció Dengo.
Desahogar los Tribunales
Una de las motivaciones planteadas en el proyecto de ley, tienen que ver con que esta acción podría desahogar los tribunales penales.
“Judicializar las ofensas contra el honor en la vía penal implica saturar una jurisdicción que debería estar reservada para sancionar las infracciones más graves que realmente producen un daño social considerable o lesionan los derechos fundamentales más preciados como la vida y la integridad física de las personas”, señala la iniciativa.
El plan también señala que sería un delito contra el honor la ofensa a la memoria de una persona difunta cuya acción civil deberá ser presentada por el cónyuge, hijos, padres, madres, nietos o hermanos del fallecido.
La iniciativa también establece cuáles hechos no constituyen ofensas contra el honor, entre ellas juicios desfavorables de la crítica literaria, artística, histórica, política, científica o profesional, según establece el artículo 1046 bis.
“No constituyen ofensas al honor la realización de una afirmación verdadera o en el ejercicio del derecho ciudadano de denuncia sobre asuntos de interés público, cuando estas conductas no han sido hechas por puro deseo de ofender o por espíritu de maledicencia”, detalla.
Tras el dictamen, el proyecto inicia su periodo de mociones.
Gloria Navas, diputada de Nueva República, consideró idónea la aprobación de este plan. (Archivo/El Observador)
