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Innovando desde el ser

Natalia C. Alfaro para El Observador La semana pasada, mientras estaba preparando una campaña de mailchimp para comunicar a la…

Por Desde la Columna

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Innovando desde el ser
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Natalia C. Alfaro para El Observador

La semana pasada, mientras estaba preparando una campaña de mailchimp para comunicar a la comunidad WR learning sobre los resultados de nuestro programa de innovación empresarial Innovation GYM, tuve una dicotomía con mis sentimientos.

Por un lado, me sentí profundamente orgullosa de ver como hemos hecho las interacciones más sencillas con nuestros programas virtuales. Llegamos a más de 500 personas a un costo menor con nuestra modalidad open house, en que trabajamos con empresas de alto renombre en la creación de su proceso de innovación endógeno. Esto nos ha dado como resultado que tengamos 30 Innovation ambassadors en CR y la región; (sí, lo lindo de la tecnología) y también celebramos que nuestro WR Innovation Toolkit está en Amazon.

Pero al final del envío, de dicha campaña, sentí el vacío, el sentimiento de inquietud. Hice una pausa, cerré la computadora y me dediqué a conectar conmigo misma y entender por qué me estaba sintiendo de esa manera luego de dar a conocer buenas noticias. Realmente no era razonable.

Luego de un proceso de reflexión, me di cuenta que a mi  Innovation GYM le hace falta un algo que abarque a profundidad, el principal componente de la innovación: que son las personas. No dejarme llevar por la urgencia que tienen mis clientes en que les enseñe a sus colaboradores herramientas y procesos para innovar de forma inmediata dentro de sus organizaciones.  

Hoy creo profundamente que si los seres humanos son incapaces de innovar en su vida no tiene caso que tengamos empresas brutalmente innovadoras. De nada sirve que desarrollen nuevos modelos de producción, implementen tecnologías disruptivas, servicios centrados en el usuario para abarcar más mercado y ser los mejores, si los seres humanos al interior de las organizaciones no son capaces de innovar en su vida, en su familia, en sus hobbies, en su marca personal. 

Así que para aquellos que dicen, “me encantaría innovar pero no se por donde empezar”, “yo no soy creativo”, “me cuesta generar ideas”, “tengo muchos bloqueos mentales”; aquí les dejo dos tips, porque la creatividad como cualquier hábito se desarrolla y las metodologías de innovación se aprenden: 

  1. El primer paso importante hacia la elaboración del pensamiento es la conexión de puntos de conocimiento previo. Puede tomar uno o dos objetos completamente aleatorios y relacionarlos de todas las maneras posibles, incluyendo los riesgos y variaciones que puedan surgir hasta formar un párrafo, puede escribirlo o decirlo en voz alta. Esta es una técnica de complejidad baja.
  2. Otra técnica similar pero de mayor complejidad es la de trabajo en el espejo. Yo le agrego la variante de validación de objeto, que se trata validar un accionable como nuestras fortalezas, emociones y situaciones pasadas y relacionarlas con un escenario. La idea de “conversar” frente al espejo da seguridad de lo que se está diciendo, en este caso, la validación de los pensamientos. El hecho de ser uno mismo quien se observa, nos confronta con nuestras propias palabras afirmando quienes somos. Por ejemplo, si quiero innovar en mi marca personal, con el fin de ser más visible para los reclutadores y sé que una de mis fortalezas como profesional es perspectiva, pero no sé cómo comunicar en una carta de interés laboral en qué momentos de mi vida he demostrado perspectiva y que resultados tuve.

La aplicación de la técnica sería:

  1. Identificar el accionable: fortaleza de perspectiva, que no es más que ser capaz de proporcionar sabios consejos a los demás o tener formas de ver el mundo de una manera que tenga sentido para usted mismo y para los demás.
  2. Identificar el escenario = Mi trabajo anterior
  3. Contar una mini historia frente al espejo relacionando los dos anteriores para llegar a un resultado: mientras me encontraba con mi equipo  en una reunión de planeación estratégica luego de escuchar una ronda de opiniones sobre un tema controversial descubrí el denominador común; y es que nos estábamos enfocando en el “árbol antes que en el bosque”, centrándonos en elementos específicos que de momento no aportan para resolver el problema medular así que yo les sugerí anotar todas estas ideas en la pizarra como insumo para que juntos pudiéramos construir un escenario que haga sentido para todos, con ello logré que como equipo pudiéramos desarrollar  de forma medible el plan de ventas del primer periodo 2020.

Una de mis clientes de Venezuela quién recibe asesoría personalizada para innovar en su marca personal me cuenta: “toda mi vida he tenido problemas con mi autoestima, cosa que he venido trabajando a lo largo de mi vida. Al hacer este trabajo de espejo, lejos de criticarme o sentirme menos por el hecho de observarme al hablar y expresar mis propias ideas, más bien me ha dado mucha seguridad de quién soy. Aunque es algo intimidante mirarse fijamente al espejo, también me ha reafirmado y ciertamente mi autoestima está mejorando cada vez más cosa que no esperaba cuando entré a este proceso de innovación.”

Así que, como pueden leer, el innovar desde el ser es un trabajo interno que trae consigo un cambio transformacional en componentes que jamás imaginamos que tendrían un impacto directo en nuestro desarrollo personal y profesional. Actualmente están abiertas las inscripciones para la experiencia virtual “Innovando desde el ser” a realizarse en enero 2021, aquí abajo está mi contacto escríbame y hablemos para contarle de qué se trata.