AFP
(París, Francia). La libertad de culto está “amenazada en casi uno de cada tres países del mundo”, afirma la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AED).
Lo hace en un informe publicado el jueves que señala, desde hace dos años, una “fuerte degradación” en el interior de la mayoría de estados.
“Contamos con 61 países en los que los ciudadanos se enfrentan a graves violaciones de la libertad religiosa”, escribe la AED, cuyo informe anterior había registrado 62.
Desde el último informe, la situación interna se deterioró en 47 países y sólo mejoró en 9, precisa.
Fundación internacional de derecho pontificio, la AED examina cada dos años la situación de todas las confesiones religiosas en 196 países.
Para la 16ª edición de su informe -que abarca de mayo de 2021 a diciembre de 2022- trabajó con una treintena de académicos, misioneros, activistas de derechos humanos y periodistas.
En los dos últimos años, contabilizó “persecuciones” (asesinatos, deportaciones, exilios, conversiones, matrimonios forzados y expropiaciones) en 28 países (51,6% de la población mundial), frente a 26 en 2021.
“De esos 28 países, 13 se encuentran en África, donde en muchas regiones la situación se deterioró considerablemente”, destaca.
China e India son también “uno de los peores violadores de la libertad religiosa”, subraya.
Además, se han producido “discriminaciones” (denegación o limitaciones de acceso al empleo, las ayudas de urgencia, la justicia o los bienes inmuebles) en otros 33 países (36 en 2021), según AED.
La libertad religiosa es atacada tanto por “gobiernos autoritarios”, como por “el extremismo islamista” o el “nacionalismo etnorreligioso”, precisa la organización.
La ONG señala una “creciente persecución de los musulmanes, incluso por parte de otros musulmanes”, en particular “entre suníes y chiítas”, señalando en particular la situación de la comunidad hazara en Afganistán.
