Paula Ruiz
El magistrado Jesús Ramírez, de la Sala Tercera, reveló el lunes que no se reelegirá, según expuso en la sesión de Corte Plena.
Ramírez, quien está en ese puesto desde 1985, dio a conocer su decisión de que en 2025 no buscará continuar.
Sus declaraciones las emitió en medio de la discusión de un proyecto de ley que busca frenar la reelección indefinida de magistrados para evitar casos como el suyo.
Pese a ello, se mostró en contra de la iniciativa de ley, al aducir que podría abrirse un portillo para que la decisión de continuidad o no de un magistrado esté fijada por intereses políticos partidarios.
“El fundamento que tuvieron aquellos grandes juristas que formaron parte de la Asamblea Nacional Constituyente de 1949, como Fernando Baudrit, como el señor Arroyo y Gerardo Guzmán… ellos tenían en mente que el Poder Judicial fuera totalmente independiente; eso poco a poco ha engolosinado a muchos políticos para cambiar esa posición y entrometerse en los asuntos del Poder Judicial”, dijo.
Él se inclina porque la metodología para la reelección de un magistrado se mantenga como en la actualidad. La misma, establece que para negar la continuidad en el cargo, mínimo 38 diputados deben votar en contra de su reelección.
Actualmente, tanto el periodo inicial como los siguientes, son por ocho años cada uno.
“Yo creo que para un juez, resolver un asunto sin presiones de ninguna índole, es una satisfacción enorme para el poder judicial, con Dios y la patria”, concluyó Ramírez.
Un polémico camino
Ramírez ha logrado cuatro reelecciones que le permitirán completar 40 años en el puesto.
Sin embargo, en 1993, tras el informe de la Comisión de Narcotráfico, estuvo a un voto de perder su asiento, situación que no se concretó.
Ocho años después, en el 2001, los votos en contra tampoco alcanzaron para su destitución. Los 29 rechazos quedaron lejos de los 38 obligatorios. Y en 2009 la falta de un procedimiento por parte de los diputados permitió la reelección automática.
El cuestionado juez se enfrentó por última vez al control legislativo en el 2017 y logró salir airoso.
La Comisión de Nombramientos del Congreso evitó en ese momento convocarlo para que defendiera su candidatura. En el Plenario 28 diputados lo respaldaron, frente a 22 que rechazaron su quinto periodo.
Ramírez se vio envuelto en el sonado caso conocido como “cementazo” e incluso estuvo suspendido dos meses por la desestimación de una denuncia contra los exdiputados Otto Guevara y Víctor Morales Zapata, relacionados con este hecho.
Él tomó la decisión pese a un informe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) donde se demostró decenas de llamadas y una cercanía entre los entonces congresistas y el importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños.
Pese a esto, en 2020 llegó al puesto de Presidente de la Sala Tercera, no obstante declinó cinco meses después.
Algunos medios de prensa han documentado que Ramírez se duerme durante sesiones de Sala Tercera y Corte Plena.
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