Mariana Mena
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó que más de un 50% del territorio de Costa Rica presenta algún grado de sequía.
Además, basados en los registros históricos, es inédito que la vertiente del Pacífico y el Caribe, presenten sequía a la vez.
De acuerdo con Luis Alvarado, de la unidad de Climatología, del IMN, hay dos factores que están influyendo en esta situación:
- Fenómeno El Niño
- Fenómeno de sobrecalentamiento del océano Atlántico
“Por un lado está El Niño, y en particular su componente atmosférico, que ha mantenido un acople marginal con la componente oceánica, que es la que está más fortalecida”, indicó el meteorológico.
“Y segundo, por el efecto contrarrestante del sobrecalentamiento del océano Atlántico, cuya influencia puede estar opacando, espacial y temporalmente, los impactos típicos de El Niño”, explicó el experto.
Lo anterior debido a que usualmente, bajo este fenómeno en Costa Rica, por ejemplo, el Caribe y la Zona Norte presentan superávit de lluvia.
“La definición más sencilla de la sequía meteorológica, es un déficit sostenido y prolongado de lluvias”, comentó el IMN.
Desde mayo de 2023, se presenta en el Pacífico pero en el Caribe, es la más fuerte desde que se tienen registros históricos, comenzó en el 2020.
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El color oscuro resalta las regiones con sequía meteorológica. (Cortesía IMN)
Limón
Según datos del IMN, en términos porcentuales, la región Caribe presenta este 2023 los faltantes más altos. Varían del 32% en el Caribe Sur y 44% en el Caribe Norte.
Asimismo, para la ciudad de Limón, hay un historial desde 1941 y la actual sequía, tiene el faltante de lluvias más alto, en comparación con otras de la misma duración, entre 3 y 4 años, los datos reflejan:
El déficit porcentual del 2020-2023, está actualmente en 23%. Supera al 19% del periodo 1966-1969 y al 15% del 2011-2013.
“Por lo tanto, es la sequía más fuerte en 82 años”, enfatizó el meteorológico.
“También esta sequía muestra un patrón muy disparejo entre costa y montaña, ya que los déficit de lluvia son porcentualmente más altos en bajas altitudes”, resaltó el IMN.
Tal es el caso de Turrialba, donde el déficit porcentual de enero a agosto 2023, llega al 20%. Es decir, casi la mitad de lo que registra la ciudad de Limón con un 37%.
“A lo anterior se suma la condición térmica, donde este año se perfila entre los más calientes de la historia, no solo a nivel nacional, sino mundial”, afirman los expertos.
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Liberia
Otra de las regiones en Costa Rica que sobresale por la importante disminución de las lluvias es Liberia.
“En Liberia, se observó una disminución de lluvia del periodo enero-agosto 2023 con respecto al mismo plazo del 2022, en un -57%. Situación similar con respecto al promedio histórico que es de -29%”, informó Alvarado.
Además, la presencia de El Niño está ocasionando déficit y sequías en varias parte del Pacífico, pero según el experto, en esta ocasión hay un comportamiento disparejo, no hay sequía en todo Guanacaste, ni tampoco en general el Valle Central.
Por ejemplo, en la capital, se presentó una disminución del 31% de las lluvias con respecto al 2022, sin embargo, la cantidad neta representa un 7% más que lo normal, por lo que no califica de momento como una sequía.
Los datos de agosto, en todo el país, muestran:
- Pacífico Sur: -27% de lluvias. En julio se estimó un superávit del 10% para el trimestre siguiente.
- Caribe Norte: -24% de lluvia. En julio, se estimó en el trimestre un superávit para la vertiente del Caribe, de 10% a 15%.
- Caribe Sur: -13% de lluvia.
- Pacífico Central: – 10%. Se previó una disminución del 15% para el trimestre posterior.
- Valle Central: -3%. Se previó un déficit del 15% para agosto, setiembre y octubre.
- Zona Norte: -7%. En julio, se previó en el trimestre, un superávit de 10% a 15%.
- Pacífico Norte: +1% de lluvia. En julio, se previó un déficit máximo de 20%.
Impactos
“La sequía afecta a los agricultores, pero también baja los niveles de los embalses y el caudal de ríos, lo cual pone en riesgo a mediano plazo, el abastecimiento de agua para consumo humano y para la generación hidroeléctrica”, resaltó el meteorológico.
De acuerdo con Marco Acuña, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la energía hidroeléctrica representa un 65% de la generación de electricidad.
“Ante esto, una caída de las precipitaciones impacta la forma en la que se abastece el país, se disminuye la generación hidroeléctrica del ICE y las plantas privadas”, explicó Acuña.
Por su parte, las autoridades de Acueductos y Alcantarillados (AyA), alertaron que un aumento de las lluvias que se dio en junio- julio fue insuficiente para recuperar los mantos acuíferos.
Según la estimación de la institución, las zonas más afectadas serán:
- Pacífico Norte
- Zona Norte
- Caribe
- Chorotega
- Gran Área Metropolitana
Como parte de la estrategia para minimizar el impacto, está la incorporación de caudal, minimizar las fugas, terminación de proyectos y maniobras operativas que disminuyan el desabastecimiento.
De acuerdo con los datos presentados por AyA, sobre el comportamiento de la época seca en febrero, se destacó Guanacaste, necesitó una intervención urgente por la demanda del líquido.
Por ejemplo, en Liberia se recurrió a camiones cisterna para abastecer a la población. A esa condición se unen otros lugares como Hojancha y Flamingo.
Una de las principales preocupaciones de los expertos a inicios de año cuando se conoció el inminente ingreso de El Niño, es que está sequía se va a unir a la época seca, por la cual se pueden agravar los impactos en el país.
