Mariana Mena
Costa Rica se encuentra en época lluviosa, sin embargo, el cierre del mes anterior refleja un déficit mayor del previsto, que se agudizará en el trimestre que comprende agosto, setiembre y octubre.
Según alertaron las autoridades tiempo atrás, esta situación tiene y tendrá un impacto en el abastecimiento de agua y la generación de electricidad.
De acuerdo con los datos suministrados a El Observador por Luis Alvarado, de la unidad de Climatología, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), más de un 50% del país tiene sequía meteorológica desde mayo.
Los datos de agosto muestran:
- Pacífico Sur: -27% de lluvias. En julio se estimó un superávit del 10% para el trimestre siguiente.
- Caribe Norte: -24% de lluvia. En julio, se estimó en el trimestre un superávit para la vertiente del Caribe, de 10% a 15%.
- Caribe Sur: -13% de lluvia.
- Pacífico Central: – 10%. Se previó una disminución del 15% para el trimestre posterior.
- Valle Central: -3%. Se previó un déficit del 15% para agosto, setiembre y octubre.
- Zona Norte: -7%. En julio, se previó en el trimestre, un superávit de 10% a 15%.
- Pacífico Norte: +1% de lluvia. En julio, se previó un déficit máximo de 20%.
En verde las zonas donde llovió más que el promedio, en gris donde llovió lo normal y el amarillo-naranja donde llovió menos que lo normal.
El Niño
Asimismo, en lo que respecta a la vertiente del Caribe lleva 20 meses en sequía.
“Con la sequía del Caribe, la situación se torna crítica para el país dado que se le sumó la sequía del Pacífico a causa del fenómeno de El Niño”, comentó Alvarado.
Desde junio, El Niño se encuentra afectando Costa Rica y se espera que se mantenga hasta marzo del 2024.
Además, entre los efectos que genera, destaca condiciones deficitarias en la vertiente del Pacífico mientras que en la Zona Norte y el Caribe es un exceso de lluvias.
También la fase de El Niño, puede ser moderada o intensa y generar:
- Disminución en la formación de Ciclones Tropicales
- Altas temperaturas
- Déficit y exceso de lluvias
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Electricidad
De acuerdo con Marco Acuña, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la energía hidroeléctrica representa un 65% de la generación de electricidad.
“De esta forma, una caída de las precipitaciones impacta la forma en la que se abastece el país, se disminuye la generación hidroeléctrica del ICE y las plantas privadas”, explicó Acuña.
Como medida de preparación ante este evento, el ICE ha recurrido a la compra de combustibles como el búnker y electricidad en mercados de la región. En julio, señaló que se habían invertido más de ¢50.000 millones en este rubro.
“La inversión se hizo recortando gastos de otras áreas, además tenemos el tope de la Regla Fiscal, que esperaría que el próximo año se nos libre del tope. Porque puede llegar el momento en que no se pueda comprar combustible para atender la demanda”, recalcó.
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AyA
Las autoridades de Acueductos y Alcantarillados (AyA), alertaron que un aumento de las lluvias que se dio en junio julio fue insuficiente para recuperar los mantos acuíferos.
Según la estimación de la institución, las zonas más afectadas serán:
- Pacífico Norte
- Zona Norte
- Caribe
- Chorotega
- Gran Área Metropolitana
Como parte de la estrategia para minimizar el impacto, está la incorporación de caudal, minimizar las fugas, terminación de proyectos y maniobras operativas que disminuyan el desabastecimiento.
De acuerdo con los datos presentados por Acueductos sobre el comportamiento de la época seca en febrero, se destacó Guanacaste, que necesitó una intervención urgente por la demanda del líquido.
Por ejemplo, en Liberia se recurrió a camiones cisterna para abastecer a la población. A esa condición se unen otros lugares como Hojancha y Flamingo.
“En estas regiones estamos teniendo un comportamiento atípico y es que se disparó el consumo de agua, puede ser por las condiciones calientes o bien por el turismo, pero necesitan intervención”, comentó Pamela Castro, subgerente de AyA en esa ocasión.
Al igual, en el Caribe se dió apoyo a las comunidades debido al déficit tan grande de lluvias en la zona, que se sigue manteniendo.
