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Melbourne entra a nuevo confinamiento; Abierto de Australia se juega sin público

Este sábado el Abierto de Australia debió jugarse sin público, por primera vez desde que arrancó el torneo, debido al…

Por Redacción El Observador

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Melbourne entra a nuevo confinamiento; Abierto de Australia se juega sin público
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Este sábado el Abierto de Australia debió jugarse sin público, por primera vez desde que arrancó el torneo, debido al reconfinamiento de la ciudad de Melbourne por cinco días.

Las autoridades señalaron la necesidad del nuevo confinamiento debido a que era necesario para frenar un brote “hiperinfeccioso” de contagios por la variante británica del coronavirus.

El torneo no se suspendió, pero la consecuencia más grave es jugar sin público por lo menos hasta el miércoles.

La jornada de este sábado vio el triunfo del español Rafael Nadal, quien no ha perdido un set desde que inició su participación en el Abierto de Australia.

Nadal, número dos del tenis mundial, tuvo que batallar en su duelo de tercera ronda ante el británico Cameron Norrie (69º), al que terminó superando por 7-5, 6-2 y 7-5.

Pero a pesar del buen resultado y de no tener problemas físicos, el ibérico prefiere que haya gente en las gradas.

“Espero que el público esté de vuelta para el final del torneo”, dijo.

De nuevo en burbuja

Acababan de recuperar la ‘vida de antes’ con público en las pistas y visitas a restaurantes en la ciudad, pero los tenistas del Abierto de Australia se vieron forzados en Melbourne a regresar a la ‘burbuja sanitaria’ por la pandemia del covid-19.

Eran las 23h30 locales en la pista Rod Laver. Novak Djokovic, víctima de un desgarro muscular, estaba en serios apuros ante Taylor Fritz. El juez de silla interrumpió unos minutos el partido para evacuar las tribunas, ya que los miles de espectadores debían tener tiempo para regresar a casa antes de las cero horas y el inicio de cinco días de confinamiento.

Con la grada vacía, el estadio adquirió de repente un ambiente casi fúnebre.

“Con público o sin él, me concentraba en lo que pasaba en la pista, con esta lesión, rezando para que de una manera u otra lograra ganar este partido. Es lo que finalmente pasó”, comentó Djokovic.

Dominic Thiem, por su parte, sí que disfrutó del ambiente generado por la multitud en el estadio John Cain, pese a que la mayoría estaba a favor su rival, el local Nick Kyrgios.

“Siempre prefiero jugar delante de público, aunque no esté a mi favor. Hoy estaba evidentemente a favor de su héroe, pero es normal”, reconoció el austríaco, que ganó el partido.

“Prefiero eso a tener un estadio vacío, como será desgracidamente la próxima vez. Esta noche fue épico, fue un superpartido antes del confinamiento”, explicó.

Desde el inicio del torneo, los organizadores tuvieron la autorización de dejar entrar a hasta 30.000 espectadores en el recinto del Melbourne Park.

Al principio costó, pero desde el miércoles se había generado ya un buen ambiente digno de un evento importante. Pero todo cambió el viernes, con la noticia del confinamiento en Melbourne.

Además del regreso al vacío en las gradas, los jugadores tienen que volver a una situación de ‘burbuja sanitaria’. Se esperaban quedar confinados en su hotel, con la única autorización de salir para ir al lugar de competición.

“Hace veinte años que hago eso. Creo que me he impuesto una cuarentena toda mi carrera”, relativizó la exnúmero uno mundial Serena Williams.

“Otro mazazo”

Para otros, el impacto es más importante.

“Ha sido otro mazazo”, reconoció el francés Adrian Mannarino, que ya sufrió un tiempo de aislamiento en el Abierto de Estados Unidos por haber sido ‘caso contacto’ de un positivo al covid-19.

“Mi plan era ir a jugar a Singapur en la semana que sigue a Melbourne. Pensé en disfrutar del buen tiempo en Australia para prepararme bien, pero visiblemente no va a ser así”, lamentó.

El argentino Diego Schwartzman, eliminado este viernes, pidió a la ATP que revise “las reglas de cuarentena esta temporada”.

“Estaría bien si pudiéramos hacer como el año pasado y no estar obligados a jugar todos los torneos”, propuso.

Para el búlgaro Grigor Dimitrov, clasificiado para octavos de final, hay que intentar hacer una lectura positiva: “Tenemos la oportunidad de jugar un Grand Slam en plena pandemia”, subrayó.

Pero con ese repentino regreso a condiciones sanitarias estrictas, algunos se temían lo peor a corto plazo, como la española Garbiñe Muguruza: “Pueden decirnos… ‘Ok, ¿sabéis qué? ¡Paramos el Abierto de Australia.