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Mundial de Catar: Inglaterra golea a Irán 6 a 2 en un partido con gestos reivindicativos

(Doha, Catar). Inglaterra goleó a Irán 6 a 2, este lunes, en un encuentro que tuvo importantes gestos reivindicativos. Este…

Por AFP

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Mundial de Catar: Inglaterra golea a Irán 6 a 2 en un partido con gestos reivindicativos
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(Doha, Catar). Inglaterra goleó a Irán 6 a 2, este lunes, en un encuentro que tuvo importantes gestos reivindicativos.

Este primer resultado confirma a Inglaterra como uno de los aspirantes a llegar lejos en el Mundial de Catar.

Los goles ingleses los anotaron Bellingham (35), Saka (43 y 62), Raheem Sterling (45+1), Marcus Rashford (71) y Jack Grealish (90).

Entretanto, el delantero del Oporto Mehdi Taremi logró salvar el honor para Irán con un doblete (65 y 90+13, de penal).

Los gestos

Por ejemplo, los jugadores de Irán se negaron a cantar el himno nacional y los de Inglaterra se arrodillaron.

Esto posterior a que un grupo de selecciones europeas renunció a utilizar brazaletes arcoíris por temor a sanciones de la FIFA.

El inglés Harry Kane iba a ser el primer capitán en lucir ese símbolo contra la discriminación. Pero finalmente saltó al césped del estadio internacional Khalifa con un brazalete oscuro con el mensaje: “No Discrimination” (No a la discriminación), autorizado por la FIFA.

Antes del inicio del segundo día de competición, los jugadores de Irán y de Inglaterra protagonizaron una sucesión de mensajes con tintes políticos.

Impasibles y con semblante serio, los 11 titulares de Irán se negaron a cantar el himno nacional de un país que vive desde hace dos meses una ola de protestas contra el estricto régimen iraní.

Durante la semana, el capitán del equipo, Alireza Jahanbakhsh, avanzó que el vestuario decidiría “colectivamente” si cantar o no el himno.

Esto como señal de apoyo a las víctimas de las protestas desencadenadas por la muerte en setiembre de la joven Mahsa Amini. Ella era una kurda iraní detenida por violar el estricto código de vestimenta que obliga a las mujeres a llevar el velo en público.

Algunos deportistas iraníes han optado por no cantar el himno nacional ni celebrar sus triunfos en apoyo de los manifestantes.

La propia selección iraní ya había rechazado cantar el himno durante la previa de un amistoso de preparación en Austria contra Senegal (1-1) el pasado 27 de setiembre.

Con los dos equipos ya situados sobre el terreno de juego, los jugadores ingleses hincaron la rodilla en el césped durante unos segundos. Esto en una acción de protesta contra el racismo y la discriminación extendida a nivel global.

Renuncia al brazalete inclusivo

El Mundial de Catar, que depara también el lunes los choques entre Senegal y Países Bajos y entre Estados Unidos y Gales, sigue marcado por ahora por los temas extradeportivos. Lo anterior pese de la demanda de la FIFA a los equipos a “concentrarse en el fútbol”.

Las amenazas de sanción por parte del organismo rector llevaron el lunes a que siete selecciones europeas dieran marcha atrás en su intención de que sus capitanes portaran el brazalete arcoíris “One Love”.

A solo tres horas del inicio de la jornada, Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Suiza renunciaron al gesto por temor a que sus capitanes fueran castigados con una tarjeta amarilla y recalcaron que se sienten “frustrados” por la inflexibilidad de la FIFA.

“Estábamos listos a asumir multas aplicables en caso de no respetar las reglas sobre las equipaciones y estábamos muy comprometidos sobre ese brazalete.

“Pero no podemos poner a nuestros jugadores en una situación en la que puedan ser amonestados, e incluso tener que abandonar el terreno” (en caso de una segunda tarjeta amarilla), justificaron las federaciones.

La FIFA, que consideraba esta acción como una crítica enmascarada hacia el país anfitrión, reaccionó al desafío.

El máximo ente rector del balompié ofreció el sábado sus propios brazaletes de capitán, con mensajes más consensuados como “Salva el planeta”, “Educación para todos” o “No a la discriminación”.

Desde su designación para organizar el evento en 2010, Catar ha sido blanco de fuertes críticas, que se han intensificado aún más con la proximidad del torneo, sobre todo en materia de derechos humanos, en particular las personas LGBTQ+ y los migrantes que trabajaron en las obras del Mundial.