Hermes Solano
Rodrigo Arias busca su tercer período consecutivo como presidente de la Asamblea Legislativa. Esta vez el panorama está más complicado. Hay un grupo opositor que también quiere dirigir el Congreso.
Ese grupo, que conforman el PUSC, Liberal Progresista y Nueva República tendrá como candidato al socialcristiano Horacio Alvarado, confirmado el martes por la bancada.
Hasta ahora, Arias no tiene asegurados todos los votos de su fracción y tampoco los 29 que se requieren para ganar la elección.
Gilberth Jiménez ha mostrado su interés también por la candidatura y en los últimos días surgió el rumor que Óscar Izquierdo sería alternativa en caso de que Arias no amarre los votos, algo que el propio diputado desmintió.
Desde el PLP, el jefe de bancada, Eli Feinzaig, fue enfático en que no hay razón para que el PLN siga dirigiendo el Congreso, sea con Arias, o con cualquier otro nombre.
“No lo hemos considerado (si apoyarían otro nombre del PLN), no vemos quién y no vemos por qué Liberación tenga que repetir por tercer año”, considera el líder liberal.
La razón que da, a su criterio, es que es una bancada muy difícil para conversar, considerando que tiene “posiciones erráticas desde nuestra perspectiva”.
Además, cree que no hay cohesión entre los 19 diputados y nadie, ni siquiera Arias, puede prometer el apoyo o impulso a un proyecto o un tema en particular.
“Nadie de Liberación Nacional habla en nombre de los 19 diputados. Don Rodrigo cuando dice que puede apoyar algunas cosas, es él, no son todos los de la fracción”, indicó, poniendo como ejemplo el proyecto de jornadas 4-3 del año anterior.
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Cortesía Asamblea Legislativa.
No será fácil
El bloque opositor requiere del apoyo del Frente Amplio para acercarse a la mayoría necesaria para asumir el control de la Asamblea Legislativa. Si esas cuatro bancadas votan en bloque, alcanzarían 28 votos.
Ese voto adicional vendría del oficialismo o de las diputadas María Marta Padilla, quien es independiente o de Luz Mary Alpízar, que mantiene el nombre de Progreso Social Democrático.
Feinzaig cree que el oficialismo se inclinaría más por el apoyo a Arias y por eso se reunirán con Rodrigo Chaves para buscar esos votos, que de lograrlos alcanzarían la presidencia y el control del Directorio en su totalidad.
“Mucho depende de qué decida la fracción oficialista, pero las cuatro fracciones adicionales si se suman son 28 votos, habría que trabajar las dos independientes”, consideró el del PLP.
Sin embargo, también sabe que cohesionar ideas es complicado, ya que las posiciones de todos, principalmente del PUSC, PLP y Nueva República, con el Frente Amplio, son distantes.
“Dependiendo de cómo se conforme esa alianza, somos cuatro fracciones con diferencias grandes y entonces encontrar una agenda de proyectos que sean aceptables no es así de fácil”, finalizó el diputado.
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