Fiel a su estilo de dar pocos detalles, el Ministerio de Salud de Nicaragua (Minsa) publicó el martes su actualización semanal sobre el coronavirus, del cual se detectaron 480 nuevos contagios así como 18 muertos.
El informe fue presentado por el secretario del Ministerio, Carlos Sáenz, quien afirmó que el coronavirus ha afectado principalmente a las personas con otros padecimientos.
“La gran mayoría de las personas confirmadas con COVID-19 o en seguimiento tienen varias comorbilidades, siendo las más frecuentes diabetes, hipertensión arterial, síndrome de inmunodeficiencia, insuficiencia renal crónica, obesidad, antecedentes de accidente cerebro vascular, tuberculosis pulmonar y enfermedades pulmonares”, dijo Sáenz.
Con los nuevos datos, el número de enfermos estaría llegando a los 759 y los fallecidos a los 35, sin que haya certeza completa pues las autoridades nicaragüenses dejan pasar varios días sin información.
Según el vocero del Minsa, 370 personas ya están recuperadas.
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Vecinos con transmisión comunitaria
El manejo de Nicaragua de la pandemia ha estado bajo observación internacional desde su arranque. Las falencias motivaron que incluso diputados costarricenses pidieran una auditoría por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Una semana atrás fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien llamó la atención al régimen de Daniel Ortega, sobre la falta de información que había sobre la enfermedad en el país.
Desde el lunes, la propia OMS intensificó sus alarmas al determinar que Nicaragua ya se encuentra en la fase 4 de la pandemia, en la cual hay transmisión comunitaria y la emergencia se vuelve muy compleja de controlar.
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