Desde la Columna
Andrés Alfaro para El Observador
A la hora de realizar entrenamientos buscando una meta, un tiempo o simplemente por mantenernos activos, es común que olvidemos el entrenamiento invisible conocido también como: el descanso.
Muchos piensan que este punto es perder días de entrenamiento o retroceder y es todo lo contrario. Sin embargo,el descanso es una parte muy importante del entrenamiento, y por eso, es necesario incluirlo en la rutina semanal.
Cuando entrenamos sometemos a los músculos a un estrés que no es el habitual; las fibras musculares se rompen y la única manera de recuperarlas es descansando. Es de suma importancia que el organismo se recupere, y el descanso es fundamental.
El descanso hará que la recuperación muscular sea más rápida y consigamos un mejor rendimiento y predisposición en los futuros entrenamientos de la la semana.
2 formas de descansar
Existen dos formas de descansar.
- La primera. Sería un descanso activo que significa entrenar de una manera suave sin pensar en distancias, pase o intensidades. Por ejemplo, una natación suave, salir en bicicleta suave o un trote ligero.
- La segunda. Es un tipo de descanso es el que se hace entre días de entrenamiento, sin realizar ninguna actividad física. Son días ideales para una terapia o descarga muscular. Este descanso es el que muchos no realizan y es muy importante, igual que los entrenamientos específicos.
Y ¿si no se descansa lo suficiente?
Voy a nombrar dos puntos importantes que pueden suceder si no respetamos los días de descanso:
- Lesiones: Gran parte de las roturas fibrilares se dan por exceso de entrenamiento. Lo que más duele es que, por no respetar esos días de descanso, el deportista se lesiona y tiene que parar varias semanas y someterse a terapias hasta salir de esa lesión. También no descansar puede causar lesiones por estrés, como las fisuras que son muy populares en nuestro medio.
- Desmotivación y no consecución de logros: Si el deportista no descansa puede provocar una baja en su rendimiento lo cual lo llevara a producir ansiedad, desilusión y hasta desmotivación por no alcanzar las metas que se había propuesto.
Entonces, no deje pasar esos días de descanso, y por el contrario, tómelos como un día de entrenamiento pasivo y aproveche a recargar energía.
Esos días puede enfocarse en una buena nutrición y relajar la mente haciendo actividades de recreación que no exijan demasiado físicamente.
Andrés Alfaro es entrenador certificado de Ironman y propietario de Just Training.
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