Tomás Gómez
La llegada de migrantes a Costa Rica está estrechamente relacionada a temas laborales no calificados y familiares. Pese a las oportunidades que recibe la población extranjera, esta sigue quedando en desventaja frente a los nacionales.
El estilo se asemeja al que están atravesando economías como Grecia, Italia, Corea del Sur, Portugal y España.
Así sintetiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la dinámica migratoria de Costa Rica.
La Organización lanzó este jueves el Informe sobre Integración de los Migrantes. En él analizó las realidades en que vive la población foránea en los países de la OCDE.
Para ello dividió a los miembros entre los que reciben flujos de mano de obra calificada, los que abren fronteras por razones humanitarias y los que permiten empleos menos especializados.
En ese último grupo entró Costa Rica y al respecto se destacan varias anotaciones.
Grupo de migrantes venezolanos en San José. Foto tomada en octubre del 2022. (Foto por Ezequiel BECERRA / AFP)
La realidad para los migrantes
“En Costa Rica, Grecia e Italia, los inmigrantes están sobrerrepresentados en el extremo inferior del nivel educativo. Solo uno de cada seis tiene un título terciario”, dice el informe.
Con ese escenario, se trata de personas que quedan expuestas a un mercado laboral marcado por la informalidad. De paso, con posiciones que no aprovechan todas sus habilidades.
“Es mucho más probable que los inmigrantes trabajen a tiempo parcial, tengan un contrato temporal contratar o trabajar horas extras que los locales”, detalla.
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“También están rezagados en términos de condiciones de vida, enfrentando tasas de pobreza aproximadamente dos veces más altas que las de los nativos; así como una tasa de vivienda con hacinamiento mucho más pronunciado”, continúa.
Finalmente se resalta que, salvo en el caso de Portugal, en este grupo de países los extranjeros no tienen sencillo llegar a nacionalizarse.
¿Qué más se dice de Costa Rica?
A lo largo del estudio, el nombre de Costa Rica aparece citado en varias ocasiones. Identifica puntos positivos así como áreas de mejora.
En primer lugar, se contextualiza que comunmente el país ha tenido mejores condiciones que sus vecinos.
“En Costa Rica, la estabilidad política y las condiciones económicas favorables atrajeron a un número creciente de mano de obra con bajo nivel educativo migrantes, principalmente de Nicaragua y otros países vecinos”, puntualizan.
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Luego se destaca también que las mujeres migrantes están contribuyendo a sostener el bono demográfico, pues suelen tener más hijos que las costarricenses. Este fenómeno también se replica en naciones como Francia, Alemania y Estados Unidos.
Sobre la educación, se incluye a Costa Rica entre los lugares donde los niños extranjeros o hijos de migrantes pueden tener problemas de bullying. También, por las condiciones de vida, estos menores pueden no contar con espacios adecuados para estudiar en sus casas.
Costa Rica se ubica en la media de la OCDE sobre la aceptación de la sociedad a los migrantes. Según la medición cerca de la mitad de la población reconoce su aporte, similar a países como Portugal, Alemania o Suiza (Archivo)
