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¿Padres o amigos?

Natalia Calderón para El Observador Con frecuencia escucho a madres y padres que dicen ser los mejores amigos de sus…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
¿Padres o amigos?
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Natalia Calderón para El Observador

Con frecuencia escucho a madres y padres que dicen ser los mejores amigos de sus hijos.

Soy la mamá y no soy la amiga de mis hijos, podemos tener una relación muy cordial, afectuosa, amorosa, pero siempre seré la mamá, la que guía, orienta, y pone límites.

Muchos padres creen que si son amigos de sus hijos, estos los querrán más. Que confiarán más en ellos y la relación irá mejor. Pero no es así. Los hijos ya tienen amigos y amigas con los que crecemos, maduramos y nos equivocamos. Amigos que nos enseñan otra clase de lecciones vitales que nada tienen que ver con las de una madre.

Si nos convertimos en amigos de nuestros hijos, los dejamos huérfanos de padres.

Nuestros hijos necesitan fijarse en una figura que les aporte seguridad y establezca reglas. Adiós al “tú a tú”. Los límites claros son necesarios para la vida.

Confianza no es lo mismo que amistad

Papás, si creen que ser -o sentirse- amigos de sus hijos es el camino para desarrollar su confianza y para que nos compartan sus cosas, esta actitud de “amistad” no es la vía para lograrlo.

La presencia de un padre o de una madre no se compara con la figura de un amigo.

Los padres somos mucho más que eso  y eso hay que modelárselos reiteradamente para que ellos sientan seguridad en nuestra persona. Ellos necesitan el referente de autoridad del padre y la madre, afianzarse de esas figuras que les brinden paz y certeza; que les hagan sentir que si el día de mañana cometen un error los papás estarán ahí de forma incondicional para guiarles, protegerles, contenerles y ayudarles a que rectifiquen cuando sea necesario.

Si cambiamos esa relación de padre/madre con hijo por convertirla en una de amigos les estamos dejando sin esa referencia, que necesitan para crecer de forma autónoma, sana, segura y feliz.

La relación con un amigo es de “tú a tú”; con los padres no conviene que sea así, pero esto no quiere decir que esta no deba ser, como mencioné anteriormente, amorosa, cercana, tierna, abierta, flexible, amable, cordial, honesta, comunicativa, etc.

Natalia Calderón es Neuropsicopedagoga y  Entrenadora Disciplina Positiva
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