Desde la Columna
Laura Ramírez Saborío. Directora Ejecutiva del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES)
Uno de los momentos más determinantes de los últimos tiempos en el sector educativo en general y también en el universitario fue la llegada de la pandemia del COVID 19 a nuestros países.
De forma repentina, con premura y para mantener la actividad de miles de universitarios, los centros de educación superior, públicos y privados tuvieron que empezar a impartir clases de manera remota sin que tuvieran el tiempo suficiente para las inducciones del profesorado y estudiantes.
Las instituciones que tenían recursos digitales y prácticas de educación a distancia, virtual o remota contaron con mejores elementos para adaptarse a la situación de cambio que imponía la necesidad de virtualizar sus procesos de enseñanza. Los mayores desafíos fueron para quienes carecían de las competencias digitales y requirieron de una capacitación para atender de forma inmediata los procesos educativos.
Miles de estudiantes y muchos docentes se enfrentaron a problemas de acceso por la calidad de Internet en los hogares, dificultades en la disponibilidad de recursos tecnológicos y carencia de espacios para estudio en sus viviendas.
En el caso de las carreras universitarias donde la formación requiere de espacios para la docencia y aprendizaje como laboratorios, prácticas de campo, tales como las ingenierías, y las ciencias de la salud y otras carreras afines, el reto de transformar las actividades docentes fue aún más complejo. Dependiendo de las disciplinas y sus necesidades se emplearon medios sincrónicos y asincrónicos y, se recurrió al uso de laboratorios virtuales, aplicaciones diversas, así como de variados recursos en la web para paliar esta carencia en condiciones de pandemia.
Lecciones aprendidas en tiempos de COVID
Ante la necesidad de profundizar acerca del aprendizaje en la educación en tiempos de pandemia, el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES) se propuso realizar una consulta y un análisis de tipo cualitativo a autoridades de centros de educación superior. Se consultó a rectores, vicerrectores, directores de carreras acreditadas y directores de unidades de evaluación. Se recibieron 168 respuestas.
La pregunta planteada entre julio y agosto de 2021 fue la siguiente: ¿Cuáles tres lecciones aprendidas desde su experiencia considera relevante para compartirlas con nosotros como agencia acreditación en relación con la gestión y de los procesos de autoevaluación, acreditación y mejora continua que ustedes han debido desarrollar?
Al mencionar las lecciones aprendidas, los rectores y vicerrectores coincidieron mayoritariamente que la virtualización es una realidad que ha traído muchos retos, pero a la vez es una oportunidad en la educación superior. También, resaltaron que durante la experiencia vivida ha habido una mejora y una adaptación de los planes de estudio y de los modelos educativos, así como una adaptación a las nuevas formas de trabajo
En este sentido, los directores de carreras acreditadas y los rectores CONSIDERAN de manera mayoritaria, que la innovación significa una oportunidad de cambio y que definitivamente los centros educativos tienen nuevos retos pedagógicos en los que deben trabajar.
Los directores de las área de calidad y evaluación de las Instituciones de educación superior también coinciden que la no presencialidad es ya una realidad presente, por lo que los planes de estudio y mallas curriculares deben adaptarse a los nuevos tiempos y deben hacerse ajustes en los procesos de acreditación.
Estas inferencias nos llevan a pensar que la educación remota aun cuando ha significado un enorme esfuerzo y que requiere ajustes en la infraestructura que la facilita, también se ve como una oportunidad por parte de las instituciones de la educación superior para adaptarse al cambio.
Como reflexión debemos aprender que esta crisis social y sanitaria le brinda a la educación superior de Costa Rica la oportunidad de rediseñarse y reinventarse, incorporando en sus procesos universitarios las tecnologías de información, no solo como complemento de la presencialidad, sino como parte de una nueva forma de desarrollar la educación superior, donde se consoliden procesos de integración entre modalidades educativas presenciales con aquellas no presenciales o la combinación de ambas. Pero ante todo lo que no puede variar es la calidad profesional y humana del profesor ya sea que su proceso lo facilite de forma presencial o remota.
Para finalizar resaltamos una afirmación que salió a relucir en la consulta de tipo cualitativo a autoridades de centros de educación superior.
“La crisis acelera el cambio y la innovación para bien si no nos damos por vencidos, esto siempre y cuando mantengamos una mirada atenta al futuro y podamos, aunque sea intuir para iniciar preparativos y enfrentar lo nuevo. En esta crisis sanitaria SINAES ha sido un compañero perfecto, adecuándose a los procesos de acreditación, dejándonos conocer qué sucede con la educación alrededor del mundo y brindado un servicio muy cercano, muy humano, de manera que se siente el interés genuino por el progreso de cada institución.”
Desde la Columna
