Hermes Solano
La emisión de certificados de cesión o bonos representa para los partidos la posibilidad de obtener recursos frescos para financiar la campaña y a los inversionistas la oportunidad de dejarse ganancias importantes.
Representan un riesgo, tanto para el inversor, como para el partido, principalmente aquellos que ofrecen un descuento mayor al 15%.
Ese es el caso de Progreso Social Democrático, que colocó bonos por ¢741 millones con un 40% de descuento. Los bonos de Serie A los vendió a ¢1 millón, recibiendo ¢600.000 por cada uno.
Según el artículo 115 del Código Electoral “la tasa máxima de descuento reconocida por el Estado será hasta de un quince por ciento (15%)”.
El partido de Chaves tendrá derecho a la deuda política al obtener más del 4%, pero dejaría de percibir poco más de ¢185 millones debido a ese amplio descuento.
Aunque sus compradores de bonos si recibirían el 100% de lo invertido, más la ganancia, la agrupación sacrificó millones.
El Tribunal dejó en claro que son los partidos los que deciden el descuento que aplican a sus bonos.
“El 15% representa el porcentaje máximo que se reconocería con recursos del aporte estatal. Pero no es el límite de lo que puede ofrecer como descuento un partido político”, indicó el órgano electoral.
Mucha ganancia
El principal financista de la campaña de Chaves, Erick Quesada Gutiérrez, le dio al partido poco más de ¢100 millones por 169 bonos y se ganará alrededor de ¢67 millones.
Lo mismo pasa con el resto de compradores de certificados, como José Pablo Chaves Zamora, que compro 107 bonos o Bernal Jiménez con 43 y Rafael Rodríguez o Massimo Esquivel, que adquirieron 34 y 33 bonos, respectivamente.
Todos ellos obtuvieron millones de colones en ganancias tras un descuento poco habitual y casi nunca visto en la historia electoral costarricense.
Hasta ahora y a pesar de la insistencia de El Observador con el partido Progreso Social Democrático no se ha recibido respuesta sobre cómo llegaron los inversionistas al partido, si son parte de la agrupación y si existe un compromiso con ellos.
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(AFP)
Proceso complejo
El proceso para cobrar la contribución estatal es complejo y tiene muchos bemoles.
Serán ocho partidos los que accedan a la deuda política tras las elecciones, y cada uno de ellos deberán enviar la liquidación de gastos al Tribunal, que determinará el monto que aprobará.
Por el momento, incluso quienes cobraron bonos de estos partidos no tienen asegurado el 100% de reintegro y ganancias. Todo dependerá de los documentos y justificaciones que presenten las agrupaciones.
Lo que es claro es que las agrupaciones que ofrecieron más del 15% en la venta de bonos dejaron de percibir lo que serían ganancias para el partido.
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Los descuentos
De los seis partidos nacionales que pueden optar a la contribución estatal, además de Progreso Social Democrático, el Frente Amplio vendió bonos con un descuento mayor.
Los frenteamplistas emitieron un bono por ¢900 millones dado como garantía al banco BCT por un crédito otorgado, pero también vendieron siete bonos Serie B de ¢1 millón, con descuento del 30%.
Mientras tanto, tanto la Unidad Social Cristiana, como Liberal Progresista y Nueva República colocaron bonos con el 15% de descuento.
Por su parte, Liberación Nacional solo reportó la colocación de un certificado Serie A por un monto de ¢3.400 millones entregado en garantía al banco BCT.
